Nociones elementales de Numismática – 1ª Parte

EL COLECCIONISMO DE MONEDAS

    En general, todos los coleccionistas nos hemos interesado en numismática al descubrir un conjunto de monedas que estaban olvidadas en algún lugar de nuestra casa, que habían pertenecido a nuestros padres o abuelos, o que algún amigo o pariente nos había regalado. Un día empezamos a observarlas y se nos despertó la curiosidad de saber qué representaban, de qué país eran, qué valor tenían, cuál era su historia…
    Así, comenzamos primero a consultar diccionarios, y nos sumergimos en países, monarcas y acontecimientos diversos, en fin, en lo que constituía preponderantemente el campo de la historia y de la geografía. A esta altura ya habíamos decidido juntar monedas tratando de obtener cada vez más piezas y conocer todo lo posible de ellas.
    Iniciados sin saberlo en el apasionante campo de la numismática, se nos presentaron grandes dudas y cometimos muchos errores. Luego nos conectamos con otros interesados, intercambiamos piezas y conocimientos y, finalmente, pisamos por primera vez un centro numismático. Íbamos ya en camino de pasar, de simples juntadores a coleccionistas.
    En el centro numismático recibimos consejos importantes que nos fueron de gran utilidad. Aprendimos, en primer lugar, que es conveniente especializarse en algún tema, ya sea en monedas de determinado país, provincia o época, porque las colecciones generales o universales son muy difíciles de completar y la mayoría de las veces desalientan a los jóvenes coleccionistas que terminan por abandonar.
    En segundo lugar, una vez elegido el tema de nuestra preferencia, era necesario conocer lo más posible sobre él. Primero obtener o consultar un catálogo especializado y luego leer bibliografía numismática relacionada con él (libros, folletos o artículos), ampliando si se deseaba mayor información con obras de historia, geografía, o economía. Ya provistos de una serie de conocimientos, nos encontrábamos en condiciones óptimas para observar con mayor provecho a las monedas de nuestro interés y seguramente descubriremos nuevos detalles, diseños y variantes que antes nos habían pasado desapercibidos.
    Al estudiar las piezas, descubrir cosas y sacar conclusiones, hemos dado un nuevo paso adelante y de simples coleccionistas, comenzamos a convertirnos en numismáticos.
    De la lectura de catálogos conoceremos la rareza de las piezas, las cantidades emitidas, los años en que se acuñaron y así aprenderemos a ordenar nuestra colección. Podemos iniciarla en forma cronológica, es decir, año por año en cada una de sus series y valores, o bien por tipo, es decir, un ejemplar de cada emisión y valor, sin completar todas las fechas.
    Si hemos decidido especializarnos en monedas argentinas, podemos hacerlo por períodos históricos: monedas de la época hispánica o monedas independientes. Dentro de estas últimas, monedas provinciales, nacionales o particulares. En las monedas nacionales a partir de 1881, es conveniente coleccionarlas hasta  nuestros días o hacerlo por períodos o por tipos. Si nos interesan las monedas universales, tenemos una modalidad muy difundida actualmente. Es la de formar conjuntos temáticos, es decir, tomando un motivo y reuniendo todas las piezas que se ajusten a él, por ejemplo, monedas con animales, barcos, locomotoras, poetas, escritores, músicos, incluyendo en este último caso, optativamente, a los instrumentos musicales, etc.
    También existen coleccionistas de unidades monetarias. Es decir, que coleccionan una pieza de cada país, o de un solo valor, de determinado estado o época o de todo el mundo. Hay quienes se interesan únicamente en monedas de 8 reales y otros que reúnen exclusivamente monedas pequeñas, especialmente los cuartillos. Podemos agregar también que conocemos coleccionistas que solamente incluyen en sus monetarios piezas de oro o plata.
    Como hemos visto, la cantidad de temas y formas es muy amplia y no sólo se podrán agregar más, sino que muchos pueden combinar entre sí, de acuerdo al criterio o a las posibilidades de los coleccionistas.
    Tampoco es necesario poseer mucho dinero para coleccionar piezas numismáticas; existen monedas de poco valor económico, pero que representan un gran interés histórico, por haber sido emitidas en determinada época, por reyes famosos, conmemorando importantes acontecimientos,  o por países que ya no existen. Por último, un buen consejo para quienes van a adquirir monedas antiguas o piezas importantes, es recomendable contar primero con un conocimiento preciso para saber distinguir si son auténticas o falsas, si sus valores son acordes con su rareza y con el precio general del mercado y si su estado de conservación  las hace aptas para ingresar en una colección. En caso contrario, no debe vacilarse en pedir el asesoramiento de un centro numismático, a un coleccionista o colega amigo o en su lugar, recurrir únicamente a casas serias, o conocidas y acreditadas en la materia.
    Pues bien, henos aquí interesados en coleccionar monedas. Puestos a reunirlas y clasificarlas, se nos hace imprescindible a esta altura conocer algo más. Si queremos ser numismáticos debemos saber ¿Qué es la numismática?

LA NUMISMÁTICA COMO CIENCIA

    Llamábase así, antiguamente, a la ciencia que estudiaba en un sentido amplio, monedas, medallas, papel moneda, vales, ensayos, condecoraciones, etc., pero el moderno criterio la reduce únicamente al estudio de las monedas. Las medallas integran la denominada ciencia medallistica; las condecoraciones, la honorífica, etc.
    El estudio de la numismática es interesante desde muchos puntos de vista, pero muy especialmente históricos, políticos, económicos y artísticos. Por ello nuestra ciencia se relaciona con otras tan atractivas como la geografía, heráldica, epigrafía, cronología, etc.
    Etimológicamente, numismática deriva de la palabra griega nomisma que significa moneda o pieza monetaria. Un ejemplo de su importancia lo da el hecho de que gracias a ella conocemos nombres de monarcas desaparecidos, retratos de emperadores y personajes, dioses de la mitología y hasta monumentos arquitectónicos desconocidos. En nuestro país, por el estudio de las monedas encontradas en las ruinas de Cayastá, fue posible determinar que ellas correspondían a la primera ciudad de Santa Fe, fundada por Garay.
    Siendo el objeto de la numismática el estudio de las monedas, se hace necesario precisar que consideramos como tales, ya que existen desde antiguo variadas y encontradas definiciones.

LA MONEDA

    Se entiende  generalmente por moneda a un pedazo de metal, de forma, titulo, peso y dimensiones determinadas, al cual una marca oficial, estampada por el poder político, garantiza un valor que permite su cambio contra todos los objetos o contra todos los servicios que pueda desear su propietario. La moneda es habitualmente metálica, aunque muchos países por apremios económicos, guerras u otras calamidades se hayan visto obligados a fabricarlas eventualmente en otros materiales.
    Para que una pieza sea considerada moneda, según algunos numismáticos, deben concurrir tres aspectos: materia, ley y forma. Faltando alguno de ellos, no puede hablarse con propiedad de moneda.
    La materia se refiere al metal empleado para su fabricación, aleaciones, composición, valor, condiciones de obtención y uso. Si bien la mayoría de las monedas son metálicas y acuñadas, las hay en otros materiales, por ejemplo, de porcelana. A partir del siglo XX, muchos países acuñaban en oro y plata, pero luego, el encarecimiento de dichos materiales, redujo su uso, y se fabrican monedas en otros más viles como el aluminio, hierro, níquel, cobre, bronce, etc.
    La ley es el grado de pureza del metal utilizado. Debe tenerse en cuenta que las monedas casi nunca son de metal puro, las de oro o plata tienen generalmente una aleación con cobre para darles mayor dureza.
    Respecto de su forma, diremos que son generalmente circulares, aunque las ay irregulares como las macuquinas hispanoamericanas. En Europa y Asia se acuñaron modernamente con otras formas: cuadradas, ovaladas, poligonales, triangulares y rectangulares, etc. Las primitivas monedas chinas asemejaban cuchillos. Actualmente hay una gran variedad de formas: festoneadas como en Paraguay o Israel, dodecagonales como en Argentina, cuadradas como las de la india, etc. También se emitieron con agujeros en el centro para diversos fines.

Fuente: Curso de Introducción a la Numismática en el Centro Numismático Buenos Aires

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