Mi opinión de la 7ª convención (segunda parte)

¡Hola a toda la CoNuVi!

Acá vuelvo una vez más con todos ustedes para terminar de contar mi experiencia en la 7ª convención internacional de numismática, encuentro de Buenos Aires. Aquí les contare el segundo y último día de la convención, el sábado 1° de octubre.

Evento durante la mañana

Como no podía ser de otra forma, el sábado a la mañana también estaba ocupado así que me perdí la presentación del libro de Emilio Paoletti “8 Reales Cobs of Potosí” y también el de Eduardo Colantonio “Billetes Argentinos, 1884/2016”. Supongo que ya podré verlos más adelante en YouTube.

Evento durante la tarde

Un rato antes de las 14 horas pude llegar al evento. Aproveché los minutos que tenía para mirar un poco las piezas que estaban expuestas en el pasillo principal. Allí encontré una vitrina de medallas militares que me sorprendió mucho. Entre varias medallas italianas había una que ponía “1900-1901, Rebelión de los Boxers, China”. Esa medalla me impresiono mucho, ya que en mi último viaje a China leí mucho sobre la rebelión de los Boxers, tomando embajadas europeas a las órdenes de la Emperatriz viuda. Esta rebelión es una de las más importantes de la historia moderna del país, ya que fue producto de la Guerra del Opio y dio como resultado una desacreditación de la dinastía Qing, que pocos años después terminaría producto de la revolución y la instauración de la Republica en el país.

No disponía de mucho más tiempo, así que rápidamente subí el tercer piso, donde había una entrada a la sala de conferencias (siempre utilizando el ascensor, porque el uso de las escaleras no quedaba muy claro si estaba permitido). Allí me encontré con la sorpresa de que para poder entrar a la sala en este nuevo día habían restringido el acceso al cuarto piso. Subí al cuarto piso y entre en la sala a horario. Luego de un largo retraso nuevamente, empezó la conferencia “Nuestras primeras monedas patrias: historia de una historia. Aportes para una metodología de la investigación numismática en la Argentina” a cargo de Luciano Pezzano.

Pezzano sorprendió con una narración perfecta, sabía cómo manejar al público, es serio y divertido, es entretenido y apasionante. Yo no dispongo de herramientas para pensar algunas de las cosas que contó, como científico de ciencias naturales, la metodología de las ciencias sociales me resulta ajena. Pero a pesar de eso, creo que lo que propuso Pezzano era muy correcto. Conto como podría ser una metodología de trabajo en la investigación numismática, tomando como ejemplo su propio trabajo. A todos los que alguna vez quieran empezar con una investigación sobre alguna pieza de colección, creo que deberían tomar en cuenta, sin dudas, la metodología de trabajo propuesta. Cabe aclarar que como cualquier metodología en el campo de la ciencia está sujeta a cambio según el paradigma dominante en el momento, pero la metodología propuesta es una buena base de trabajo.

Luego nos dieron 15 minutos de intervalo. Yo tenía claro lo que quería hacer en el día. Así que corrí escaleras abajo para llegar a la feria de profesionales. Allí empecé a recorrer los diferentes puestos. Encontré un muy lindo puesto de notafilia cuyo vendedor solo hablaba inglés. Un muchacho joven estaba intentando comprar un regalo para su pareja, pero no sabía hablar inglés, así que con mi pobre ingles oficie de traductor. Entre los puestos me encontré con alguien muy conocido, el afamado ChinaCoins, al que aproveché para saludar y preguntar si había llegado a la feria con alguna novedad. Allí me conto que tenía monedas griegas, bizantinas y romanas en cajitas a un módico precio. Mire las monedas griegas que estaban a $200. Tuve sentimientos encontrados. Tengo muchas ganas de poder tener alguna moneda griega, especialmente una moneda ateniense con la lechuza, pero una moneda donde se pueda distinguir algo es excesivamente cara, al menos ahora que estoy empezando mi colección. Las monedas que mire estaban muy deterioradas, pero por suerte no tenían oxido ni tierra. En dos de las monedas pude percibir algún diseño y alguna cara de perfil, pero no me decidí a comprar. Abandone su puesto sabiendo que cada domingo puedo encontrarlo en la feria del ombú y me fui en la busca de puestos desconocidos. Mire miles de monedas y billetes, de diversas partes del mundo, de diversos precios y calidades, pero no sabía que comprarme. Había pensado tal ven en comprarme algunas monedas peruanas que encontré muy atractivas, pero quería seguir pensándolo. Entre los puestos se encontraba la gente de Uniphila que me entregaron una “Lista de precios” algo bastante cómodo para no tener que estar revolviendo entre todo lo que tenían o para mirar en los momentos de retrasos de conferencias. Encontré buenos precios para algunas piezas que me interesaban y un listado de estampillas, que no me quedo claro si las vendían de forma clandestina jajaja.

Se me agoto el tiempo y tome el ascensor nuevamente rumbo al cuarto piso para asistir a la conferencia “Dos piezas únicas que recuerdan historias de independencias” a cargo de Ricardo Gómez y Miguel Morucci. Aquí nos encontramos frente a dos grandes del coleccionismo y sus dos historias fueron inmensamente bellas. La primera fue la historia de una medalla entregada a un esclavo que advirtió a las autoridades porteñas de una conspiración que se estaba organizando en su casa. Luego de juzgar a sus dueños y a los participantes de la conspiración, este esclavo recibió su libertad, 50 pesos fuertes, un uniforme militar y una medalla que ponía “por fiel a la patria”. Luego se relató un poco la historia de cómo la medalla paso de las manos de su dueño original a la actual vitrina de exposición en el pasillo central. Una apasionante historia.

Luego relataron la historia del Patacón de Oro, la pieza estrella de toda la convención, también expuesta en el pasillo central. Se relató cómo apareció por primera vez y toda la investigación y peripecias que ocurrieron hasta que descubrieron su origen y destino.
No cuento mucho de ambas historias para dejarles disfrutar de la narración cuando se halle en YouTube.

Como si de un regimiento militar se tratase, nuevamente 15 minutos de descanso. Corrí escaleras abajo, sabiendo que era mi última oportunidad de comprar mis moneditas, pero ya sabía que era lo que me quería llevar. Disponía de poco tiempo y como estábamos muy retrasados con las conferencias, la sala de profesionales iba a estar abierta durante poco rato más. Así que me sumergí en un mundo nuevo para mí, las famosas cajitas. Recorrí todos los puestos que disponían de cajitas revolví entre las monedas y me aparté las que me resultaban más bonitas o significativas. Encontré varias joyitas, y muchas cosas que no conocía. Por una cuestión de presupuesto tuve que abandonar muchas monedas que había seleccionado, pero ya tendré mi oportunidad en el futuro.

La sala de profesionales cerro mientras yo seguía revolviendo cajitas, le pedí disculpas al comerciante por retrasarlo y subí por el ascensor con mis nuevas adquisiciones en el bolsillo. Entré a la conferencia del español Alfonso Morales Muñoz tarde (en parte porque no sabía calcular cuánto más tarde iban a empezar y en parte porque era mi última oportunidad de comprar mis moneditas). La conferencia “Grabador artístico, lenguaje numismático y nuevas tecnologías” fue realmente apasionante como era de esperar. Alfonso ya es toda una celebridad en estos eventos y con razón. Les recomiendo esta conferencia como así la conferencia que ya se encuentra en YouTube de la 6ª Convención Internacional de Numismática. Mientras Alfonso hablaba aproveche para sacar las monedas de mis bolsillos y colocarlas en mi porta monedas, adquirido el día anterior. ¡Muy cómodo y muy lindo!

Alfonso nos mostró las monedas en las que trabajaron en su equipo, el lenguaje utilizado, las tecnologías que desarrollaron (muy ingeniosas) y su visión de la numismática a futuro. Un gran orador que no pueden perderse.

Al finalizar la charla de Alfonso llego un momento en que todos corrieron al pasillo… ¡el café con masas! Rápidamente se abarroto todo el pasillo y era difícil evitar que el café se derramara. Las galletitas seguían siendo deliciosas, pero la gente se había empezado a avivar y vi a más de una persona que en lugar de agarrar una macita e irse, se agarraba un plato y se lo llevaba. Era un poco chocante ver gente vestida de traje, hablando de lo que habían comprado por varios miles de pesos, no compartiendo galletitas con el resto de la gente. Llámenme delicado, pero mi familia viene de la lona y consideramos eso de mal gusto, supongo que en un punto la guita te quita vergüenza personal. Después hubo un tema con el café, yo me serví uno y tuve que tirarlo… mi sorpresa fue que en el baño de los hombres éramos varios los que lo tiramos, estaba demasiado quemado para que pase por la garganta. Nuevamente aclaro, que sí, que pague 50 pesos, que era un agasajo, un regalo, pero hubiera sido preferible que dieran algo más barato pero que se pudiera tomar. Una anécdota tonta que, no me mal interpreten, me da más gracia que otra cosa y no empaña las buenas del evento.

Aproveche este intervalo de media hora para ir al pasillo central de la planta baja y mirar con detenimiento la exposición. Fue un momento maravilloso. Había variedad y cantidad para conformar a cualquiera. Me tomé todo el tiempo que disponía para mirar todo en tanto detalle como pude, parando especialmente en el Patacón de Oro y la medalla Por fiel a la patria. Vi tantas cosas y variedad de piezas importantes que no podría enumerarlas o decir que fue lo que más me gustó. Había cuños originales y replicas, una exposición de los Patricios, una vitrina de billetes antiguos del país, pero antiguos enserio, no australes jajaja. La verdad es que fue un gozo.

Se me había terminado el tiempo, subí nuevamente al cuarto piso y entre en la sala de conferencias para poder ver la entrega de los premios LatiNum. Yo había visto la entrega de premios del año previo, que está en YouTube, y no me había gustado como lo manejaron. Es una entrega de premios, ¿dónde estaba la música? ¿Dónde estaba la tensión? ¿Dónde estaban las nominaciones con un video? Básicamente, en lugar de parecer la entrega del óscar, parecía una conferencia más. Yo tenía la idea de que iban a volver a repetir lo mismo y ya tenía pensado mandarle un mensaje de sugerencias a la Asociación Numismática de Buenos Aires, para hacerlo todo más animado. Ni bien empezó la entrega, me di cuenta lo mucho que habían aprendido de un año a otro. Todo empezó con un video y una presentación de Prezi (10 puntos). Luego se hizo una reseña de los premios de años anteriores. Luego se mostraron los nominados en videos para cada categoría, se puso música de entrega de premios, hubo algo de juego de luces. Y se entregaron premios desde el tercer al primer puesto, con una pequeña reseña de la pieza y todos aplaudiendo, en la sala casi llena. No podrían haberlo hecho mejor. Ganaron unas piezas hermosas, que ya tendré oportunidad de añadir a mi colección.

Luego se entregaron los premios a las piezas que ganaron el año anterior. Estuvieron de la embajada de Perú, subió al escenario todo el equipo que diseño el billete de $50 de Malvinas y Alfonso fue a buscar un premio a la Casa de la Moneda de España. Perfecto.
El ultimo evento de la noche fue las palabras de agradecimiento de las autoridades y el cierre del evento. Con palabras muy divertidas y cargadas de emoción, cerro oficialmente el evento, confirmando la fecha y el anfitrión del encuentro del año que viene. Así nos fuimos todos, excepto los que todavía querían imprimir su cartoncito de 100 millones.

Antes de finalizar mi experiencia quiero dejar unas reflexiones finales. Tal vez la primera y más llamativa podría ser que este encuentro internacional se realiza siempre en Buenos Aires… algo que parece como si nos encontráramos en la época de Rosas. La gente que vive en el resto de provincias lo tienen algo más complicado para poder asistir y los entiendo. La verdad es que tengo sentimientos encontrados. Si no se hiciera en Buenos Aires yo no podría asistir y los organizadores más importantes de este evento tienen su sede en Buenos Aires. Supongo que es injusto. Al evento le ponen el nombre de encuentro Buenos Aires, para que quede claro, que no es un evento nacional. Tal vez habría que buscar la forma de que los organizadores que tienen su base en Buenos Aires echen una mano a las asociaciones numismáticas del resto de provincias, para poder montar eventos algo más grandes. Pero no deja de ser un tema complicado, yo no tengo soluciones, solo hago un llamado a la reflexión.

Pero con todas sus cosas buenas y sus cosas malas, que pueden gustarnos más a unos o disgustarnos más a otros, creo que fue un evento muy positivo. Lo que creo que vuelve al evento especial es que se nota como aprendieron de una convención a otra. Y creo que esto último es lo más importante y que todos tenemos que llevarnos. No hace falta que un evento sea perfecto en todo sentido, o que sea grandioso. Una convención que aprende de sus errores y problemas y mejora cada año y que busca sorprender y renovarse, es algo que toda asociación de coleccionistas debería buscar.

Me despido de todos ustedes y, aunque ya termine de redactar mi paso por el evento, aun no terminé con mi serie temática de este encuentro.

¡Saludos a toda la CoNuVi!!! ¡Nos vemos en internet!

León.