Durante siglos, el Sudeste asiático ha sido conocido para los occidentales como las “Islas de las especias”; centro de los recursos más valorados por la Europa Moderna y que sin lugar a dudas, fue una de las causas más importantes de la expansión ultramarina ibérica cuya consecuencia principal, fue el descubrimiento de nuestro continente.
Sin embargo, el sudeste de Asia ha tenido desde tiempos inmemoriales una destacada importancia, no solo por sus recursos sino también por su estratégica posición geográfica.
Con el paso de los siglos, diversas culturas tomaron contacto entre sí, gracias a las relaciones comerciales que se realizaban en estas islas. Así, esta región fue el camino principal a través del cual llegaron las influencias indias a China; a su vez, los comerciantes persas y árabes fueron el nexo que permitió el contacto cultural del Extremo Oriente con Occidente. Por último, la búsqueda europea de llegar a esta rica región permitió que América tuviera contacto con ella.
El comercio fue sin lugar a dudas el principal vehículo de difusión cultural en la región. Así, el Budismo primero y el Islam después, se expandieron por todo el sudeste asiático, produciendo la fusión de sus características culturales con las nativas, y generando una identidad propia que aún se mantiene.
Si se analiza la historia de la región en los últimos mil años, pueden mencionarse dos grandes estados que marcaron con sus avatares el desarrollo de la misma y cuyo testimonio está presente en su producción monetaria: el Imperio Chola y la Sultanía de Palembang.
El Imperio Chola: un poderoso estado en el sur indio
Mientras que en Asia Central la civilización islámica conquistaba todo a su paso, amenazando de forma concreta el norte de la India, más al sur, un poderoso estado se estaba conformando, teniendo como principal actividad económica el comercio marítimo: el Imperio Chola.
La primera mención de este estado se manifiesta en el Periplus Maris Erithrei, un texto escrito por un comerciante egipcio de mediados del siglo I. En el se menciona características de las ciudades y puertos del reino, como así también las relaciones económicas de este reino con otros estados indios e incluso, con puertos del Cercano Oriente.
Hacia el año 1000, el otrora reino se había constituido en un enorme imperio. El estado Chola controlaba los estados comerciales costeros del Golfo de Bengala como así también las poderosas islas de Indonesia, ejerciendo su dominio sobre la importante via comercial que atravesaba el Oceano Indico.
Su rey más poderoso fue Rajaraja “El grande”. Nacido en el año 895, este monarca supo expandir el poder Chola por todo el sudeste asiático, mediante un hábil política que alternó entre alianzas matrimoniales y la fuerza militar.
Durante su gobierno, la cultura hindú se manifestó en el arte y la arquitectura, expandiendo la religión mediante el comercio. Cabe destacar que esta actividad económica les permitió establecer vínculos con la dinastía Chang china y los califas abasíes de Bagdad.
Cómo es lógico, su poder le permitió acuñar monedas en su honor.
El Sultanato de Palembang: La lucha contra Occidente
Cuatrocientos años después del fin del poderío Chola en la región, la realidad del sudeste asiático había cambiado radicalmente. Los europeos se hacían fuertes en la región insular, buscando controlar tanto los recursos como las rutas comerciales asiáticas.
Uno de los grandes antagonistas del poderío occidental en el sudeste asiático fue el Sultanato de Palembang, un estado islámico que controlaba la isla de Sumatra.
Desde el siglo XIII, los comerciantes musulmanes expandieron su fe por toda la región, logrando que muchos reinos adoptaran el Islam como religión estatal. Estos estados, conocidos como sultanatos, controlaron durante siglos tanto la producción como el comercio a nivel mundial de las especias.
Hacia fines del siglo XVIII, tanto portugueses como holandeses buscaban tomar el control de este recurso tan valorado. El sultan de Palembang, Mahmud Baddrudín II, luchó contra ellos hasta que fue finalmente derrotado en 1821.
Las acuñaciones en el sudeste asiático.
Esta región multicultural tuvo una gran variedad en la producción monetaria. Monedas acuñadas, fundidas o grabadas al ácido son las distintas variantes que se manifestaron a lo largo de la historia en la fabricación de monedas en el sudeste asiático.
Las acuñaciones son comunes en el subcontinente indio, aunque algunas no son a la manera de la producción occidental. Un ejemplo son las Karshapana, monedas acuñadas con pequeños punzones en el anverso.
Reino de Magadha, norte de la India. Annurudha, Munda, Nagadasaka (445-413 a.C.)Karshapana de Plata. 20 x 14 mm, 3,4 gs. Anv. Marcas de punzones, tanto de animales como de flores. Rev. Marcas no oficiales, presumiblemente de cambistas. Gupta and Hadraker III. 305
Las monedas asiáticas más conocidas producidas mediante la fundición de metales fueron las realizadas por la Civilización China. Sin embargo, no fue la única. Annam, Japón y Corea son ejemplos de estados que utilizaron esta técnica.
La misma experimentó un constante desarrollo, pasándose de moldes de barro, piedra y metal, al punto más perfecto del desarrollo de este modo de producción, que fue el molde de arena. En este molde, se imprimían los diseños por medio de las monedas semilla, ejemplares realizados por artistas monederos en madera, marfil o metales blandos.
Cada uno de diseños se comunicaba por conductos que permitían la comunicación del metal fundido, formando lo que se denomina comúnmente “árbol” de monedas.
"Árbol" de monedas chinas fundidas
El sultanato de Palembang utilizó el sistema de fundición. Sus monedas eran conocidas con el nombre de Pitjis. Compuestas por una aleación de estaño y plomo, existían dos clases: los pitjis buntu, sin un agujero central, y el tipo “teboh”, con el respectivo orificio.
En el ejemplar ilustrado de mi colección, pueden ver una pequeña saliente que unía la pieza a otras en el "árbol" de fundición.
Por su parte, los antiguos Chola acuñaron monedas, tanto en metales preciosos como en bronce. La moneda más común de las dinastías chola son el Kasu. En el caso del rey Rajaraja el tipo de bronce más común es el conocido como el “hombre pulpo”. Se lo conoce así porque el diseño del anverso asemeja a un pulpo, cuando en realidad es una representación del rey sobre su trono, sosteniendo un cetro.
A continuación, les dejo dos ejemplares de mi colección:
Sultanato de Palembang. Época del Sultán Muhammad Bahauddin, ca. AH 1191-1219 (1776-1804 DC). Pitjis de estaño-plomo (0,63 gr.; Ø = 15,90 mm.; unifaz), con agujero. "Subestándar I" (tamaño reducido).
Anverso: Zuriba fi beled palembang dar es-salaam ("acuñada en el país de Palembang sede de la Paz").
Reverso: Liso. (no ilustrado) Cf. Salgado (Palembang) #7.o.
[Referencia de catálogo en base a información de publicación de venta de Carlos Costa (Numacoins n° IP017169)]
Sur de la India: Estado Chola. Raja Raja Chola, 985-1014 DC. Kasu de bronce (3,47 gr. y 19,80 mm.; eje: 6:00 hs.). Emisión peninsular.
Anverso: Raja Raja de pie con cetro (= “Hombre Pulpo”).
Reverso: Divinidad sentada o acuclillada, leyenda vertical en escritura nagari: Sri Raja raja (no ilustrado)
Cf. Mitchiner NIC #732-738; K. Ganesh: Coins of Tamilnadu #1.20; P. L. Gupta, Coins, Pl. XIX, #211
Fuentes:
ALBANESE, Marilia. India antigua: Historia de la cultura hindú. Folio ediciones. Barcelona, 2008
SALGADO, Damián. Numismática: concepto y metodología. Letra Viva, Buenos Aires, 2009
Espero que les haya gustado. Sin lugar a dudas, son las piezas más exoticas de mi colección.
Saludos! 😉
Excelente info! y por demás lindas tus monedas 😀
Una consulta, el libro de salgado lo tendrás digital?
excelente!… yo hace mucho que quiero conseguir la del hombre pulpo!..
tengo un \"hombre pulpo\" en mi colección y me encanta! ademas lo compre por $16 😀
Muy buen post, con excelente info.
Las monedas espectaculares.
Si señor! Malvada envidia que me carcome!!! 😡 je!
La verdad es que los Kasu de bronce, al menos de este tipo no son muy caros. Pero como todo, podemos encontrar otros valores…
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Sur de la India. Estado Chola: Raja raja. Kahavanu de plata (3,99; 19 mm)
Valorado en Vcoins en U$S 145
Si mi mujer no se da cuenta, ya tengo una idea en que voy a invertir lo que me queda lo del aguinaldo…
Fail! subí la foto de la pieza de oro… valor: U$S 345… ahora si que no llego… 🙁
aca esta la mía (arriba a la derecha)
como pofesor de Historia, es un sacrificio económico para enriquecer tu formación!.. es la mejor excusa para tu mujer
Che, no digas eso, van a pensar que cobramos una fortuna! (Me van a mandar a pagar ganancias!!!)
Ahora que depositaron el resto que faltaba, puede que haga caso (ella también es profe, así que de ultima le puedo entrar por ahí, jejeje!)
Mi bolsillo prefiere los viejos y queridos bronces, quizás algún estañito o hierro por ahí, y a lo sumo, cuando me anime, alguna de plata griega o romana!