Sí señor, y son de cobre…

Sí señor, y son de cobre
las espuelitas del hombre,
pero como son de hombre pobre
no tienen valor ni nombre.

Esos son unos versos que varias veces escuché decir a mi abuelo, salían de su boca cada vez que alguien mencionaba la palabra cobre, o espuela, o pobre. En relidad casi para cada palabra tenía un dicho.
Pero este post no se trata de eso, sino de algo que encontré hoy. No sé si se acuerdan del https://conuvi.net/2014/04/09/combate-del-cerro-gavilan/ post que hice hace tiempo en donde me las daba de arqueólogo y buscaba objetos que pudieran ser vestigios de una batalla librada hace casi 200 años en la ciudad de Concepción.
Esa vez, si bien encontré algunas cosas, creo muy poco probable que sean de esa época, pero lo que encontré hoy, si bien tampoco puedo precisar su origen ni fecha de factura, me parece más probable que sea de esa época, y lo mejor, es que lo encontré sin buscar (sí, estaba tirada -medio enterrada- en la calle).

Para los ansiosos les digo lo que es: una rodaja de una espuela, al parecer hecha de cobre. Además de que le falte una de las siete púas que tuvo en su tiempo, y de estar bastante oxidada, lo que me hace pensar que corresponde a otra época, es su tamaño y el material con el que está hecha.

El tamaño me parece raro porque la espuela chilena se caracteriza particularmente por el tamaño de la rodaja, que llega fácilmente a los 100mm de diámetro, pero en este caso apenas sobrepasa los 30, por lo que puede ser que antiguamente no existía una "espuela chilena", sino que cada cual la tenía según su gusto y posibilidad.
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Espuela chilena

Tamaño comparado con una moneda de 100 pesos (26mm)

El material también es poco usual en las espuelas actuales, al menos nunca he visto una de cobre, siempre son de acero (o otros materiales plateados), y algunas contadas ocasiones de bronce. El cobre, como dice el dicho que puse al principio, antiguamente era un metal de muy bajo valor, por eso se asocia a gente pobre, por lo que la rodaja de espuela que encontré (siempre suponiendo que de eso se trata), probablemente no perteneció a ningún personaje famoso ni a algún prócer de la independencia, sino más bien a una persona común y corriente que quizás se lamentó bastante por perderla.

Espero no haberlos aburrido con este tema que se aleja bastante de la numismática, aunque tiene una pequeña gran relación: el cómo es posible armar una historia (cierta o no) a partir de un objeto tan pequeño como una moneda o en este caso, una rodaja.