La cuestión de los monederos en el "De Rebus Bellicis&a

Para quienes no conozca esta obra, les cuento que el De Rebus Bellicis es un tratado anónimo romano de época tardía. Su datación ha sido establecida entre 350 y 450 d.C. No obstante, hoy en día se cree que fue escrito en tiempos en que Graciano (367-383 d.C.) y Valentiniano I (364-375 d.C.) eran emperadores.

En sí, la obra es bastante pintoresca. Se trata de una serie de sugerencias políticas y administrativas que su autor (probablemente algún burócrata imperial retirado) le hizo le hizo a los emperadores. Contiene "recetas" de tipo militar (recorte de presupuesto, mejora de la maquinaria bélica, promoción de oficiales, etc.), como así también, administrativas y económicas.

Sin duda alguna, sus capítulos más famosos son aquellos que contienen planos de máquinas de guerra inventadas (o al menos, imaginadas) por el autor.

Abajo, grabados medievales que representan esas "máquinas":

La realidad, es que la mayoría de los planos presentados (generalmente poco originales y mal explicados), así como también las medidas administrativas que son propuestas, carecen de cualquier rastro de genialidad. No obstante, es una obra fundamental para entender la problemática del orbe romano en aquella época de decadencia, ya que su autor propone soluciones (a veces irrealizables) a problemas muy reales.

El estudio de esta obra es vital para comprender la realidad de la Antigüedad Tardía.

Bueno, para no aburrirlos más con la presentación de la obra anónima, paso al tema del post. Hay una "idea" que se propone, la cual me gustaría compartirla con Uds…

Congregatio in insulam:

En cuanto a la cuestión monetaria, y con el objetivo de poner fin al fraude que se cometía en las cecas por parte de los trabajadores (robo de metal, adulteración de monedas, sustracción de cuños para falsificaciones, etc.), el autor, lisa y llanamente, propone reunir a todos los monederos en una isla y que trabajen allí, sin contactos con el mundo exterior. A esta idea, en la numismática, se la conoce como Congregatio in insulam, y nos ha servido (más allá de las interpretaciones que se han hecho al respecto) para conocer de primera mano el carácter estratégico que importaba la acuñación de numerario.

A continuación, les transcribo la propuesta tal como se halla en el De Rebus Bellicis. El texto procede del Capítulo III, llamado "De fraude et correctione monetae":

III. (…) 2. ergo huic quoque parti maiestatis uestrae est ut in omnibus adhibenda correctio, ita ut opifices monetae redacti undique in unam insulam congregentur nummariis et solidorum usibus profuturi, a societate uidelicet in perpetuum contiguae terrae prohibiti, ne commixtionis licentia fraudibus opportuna integritatem publicae utilitatis obfuscet. 3. illic enim solitudine suffragante integra fides monetae praestabitur, nec erit fraudi locus ubi nulla est mercis occasio.

Acá, la traducción del texto:

III. (…) 2. Así pues, vuestra majestad debe aplicar medidas también en este asunto como en todos los demás, de tal modo que los trabajadores de la moneda, reunidos de todas partes, sean congregados en una isla para mejorar la circulación de los sueldos y los asuntos monetarios; es decir, excluidos por siempre de la tierra vecina, para que la libertad de comercio, que favorece los fraudes, no ofusque la integridad del bien común. 3. Pues allí, con ayuda del aislamiento, se dará plena autenticidad a las acuñaciones y no habrá lugar para el fraude donde no hay posibilidad de comerciar.

Curiosamente, a pesar de que el texto no parece dejar dudas en cuanto a que esta isla no se trataría de "un lugar de vacaciones", ni muchos menos, Álvaro Sánchez-Ostiz ha propuesto que esto no se debe ver como un castigo, sino que teniendo en cuenta lo que las islas representaban para los antiguos en épocas doradas (nacimiento de dioses, hogar de criaturas mitológicas, hábitat de comunidades mágicas, ámbitos cerrados para cualquier utopía, etc.), más bien es una expresión de deseos (por parte del autor anónimo) de volver a tiempos esplendorosos.

Bueno, francamente, en lo particular creo que el texto es muy claro en cuanto a la finalidad, y en mi caso, creo que se expresó lo que se quería expresar ^o)

Pero bueno, me pareció interesante también contarles otra interpretación. 🙂

Fuentes:

– García-Bellido, M. (1982): “Problemas técnicos de la fabricación de moneda en la Antigüedad”. Nvmisma, Nos. 174-176, pp. 9-50.
– Grierson, P. (1956): “The Roman law of counterfeiting”. Essays in Roman Coinage presented to Harold Mattingly, R. A. G. Carson, y C. H. V. Sutherland (eds.), Oxford, pp. 240-261.
– Salgado, D. (2004): Monedas Romanas III – El Bajo Imperio (294-498 d. J. C.). Letra Viva. Buenos Aires.
– Sánchez-Ostiz, A. (2003): “La congregatio in insulam del De rebus bellicis (cap. III): ¿utopía, arbitrismo o tópico retórico?”, en ARELLANO AYUSO, I. (ed.), Loca Ficta. Los espacios de la maravilla en la Edad Media y el Siglo de Oro. Actas del Coloquio Internacional, Pamplona, Universidad de Navarra, 2002, pp. 379-394.
– Sánchez Vendramini, D. (2009): “Consideraciones sobre el autor del ‘De Rebus Bellicis’ y de su valoración en la historiografía contemporánea. Temas medievales, 17, pp. 139-166.

Saludos a todos!!
ZAHIR ROJO.-