Hola amigos del foro.
Los coleccionistas somos gente muy especial cuando se trata
de la pasión que ponemos a nuestra afición.
Durante muchísimos años me he dedicado a la filatelia, coleccionando
Alemania Reich, en sellos, enteros , postales, sobres franqueados, etc.
Ahora que he comenzado a coleccionar monedas, esta nueva etapa, me
atrapó de tal manera que quiero aprender en un día, lo que se que lleva años,
aún a los mas prolíficos.
Pero vayamos a una historia que quiero contarles, que tiene que ver con
la filatelia, ello no dejara que no sigamos entreteniéndonos.
La historia es real. He cambiado únicamente los nombres de la localidad
y de los protagonistas para proteger su privacidad.
Harold Steinman residía en St. Louis, Missouri, donde había logrado alcanzar
una holgada posición económica gracias a sus excepcionales habilidades como
vendedor de seguros.
Rondaba los 57 años, vivía en una hermosa casa de los suburbios con Rosemary,
su joven esposa, 25 años menor que el , con la que se había casado hacía
apenas ocho años, siendo ya un hombre maduro, pero un soltero codiciado
gracias a su buena posición económica.
Se mantenía esbelto gracias a los ejercicios físicos, a los que se dedicaba
con el mismo entusiasmo que a la filatelia. Para ambos fue su primer matrimonio.
No habían tenido hijos.
Harold era un "habitué" de las sesiones del club filatélico local, donde había
llegado a ocupar las funciones de vicepresidente.
Fue allí donde conoció a Mark, un joven simpático, soltero de unos 35 años, quien
repartía su tiempo entre el cuerpo de bomberos del cual era miembro,y los sellos.
A pesar de la diferencia de edades y de posición económica,entre
Harold y Mark se desarrolló rápidamente una empatía reforzada por la pasión que ambos
sentían por los sellos.
La colección de Harold , empezada a muy temprana edad, había ido
evolucionando para finalmente dedicarse exclusivamente a los sellos de los
Estados Unidos, los cuales coleccionaba en bloques de cuatro.
Harold, un perfeccionista, solo admitía en su colección
piezas cercanas a lo perfecto. Sus series, Colombina de 1893, la de la exposición
Trans-Mississipi de 1898, la emisión de la exposición Panamericana de 1901 y sus
"zeppelines" habian sido la admiración de los visitantes, la única vez que aceptó exponer
sus sellos en una muestra no competitiva celebrada en el club y ponían verdes de
envídia a los ocasionales visitantes del "sanctum sanctorum" de su casa, donde mantenía
su colección de sellos.
La colección de Mark llevada con igual pasión pero con menos recursos, estaba formada
por piezas mucho mas modestas, en su mayoría usadas, y en ella, como es de suponer,
faltaban todas las piezas clave de cualquier colección de los EE.UU., especialmente los
valores altos de series costosas.
Con el paso de los años la amistad entre Harold y Mark se hizo cada vez mas estrecha
y éste se convirtió en visitante regular de la casa de Harold, donde el tema recurrente
de sus conversaciones era, como es de suponer , los sellos.
Dos hechos incidieron sobre la vida de estos dos personajes.
Primero, aunque no necesariamente en ese orden, la joven esposa
de Harold y el buen mozo de Mark comenzaron a hacerse "gestos simpáticos"
y a Harold le descubrieron una grave enfermedad en estado muy avanzado.
La enfermedad de Harold le dio a Mark una razon adicional
para visitarle, ocasiones que aprovechaba para mantener encendido su "affaire" con
Rosemarie.
Aunque Harold se dio cuenta de que Mark y su esposa "se entendían", su
salud cada día mas precaria le impedía emprender acciones para cortar esa relación.
El desenlace por fin llegó y, como es natural, MarK estuvo desde
el principio en la funeraria, acompañando a la joven viuda.
Al ser expuesto el cadáver, Mark vio con ojos incrédulos que la magnífica
colección de sellos de Harold, que tan bien conocía, estaba en el ataúd
descansando sobre su pecho.
En medio de su consternación Mark hizo un aparte y le preguntó a la viuda
la razón de aquello.
Esta le informó que así estaba establecido en el testamento de Harold.
Como último recurso se acercó a otro de los miembros del club, que,
en su condición de abogado y amigo de Harold era quien había manejado
el tema del testamento.
Su información fue contundente: un testamento es la última voluntad
de una persona y en éste caso nada se podía hacer a menos que mediara
una sentencia de un juez quien era el único que podía anular el testamento, esto,
si se le presentaban argumentos suficientemente sólidos, pero en éste caso
no consideraba que hubiera la mas mínima posibilidad de lograr la anulación
de tal disposición.
Dos días después, y cumpliendo también con su disposición testamentaria, el cadaver
de Harold fue cremado, y con él la colección de sellos.
El albacea entregó una carta a Mark, luego de las exequias que decía:
"Nada puedo hacer para impedir que te quedes con mi esposa, pero no te vas a quedar
también con mi colección de sellos". Harold.
Espero que les haya interesado y entretenido, esta historia.
Bendiciones para todos.
Roberto.
Muy buena historia
Buena historia. No conozco nada de filatelia, pero no hubiera sido más lógico donarlas al club filatélico local o a algún museo? Fue una decisión bastante egoísta quemarlas :-/ :'(
Es una Historia verídica, el Sr. que Falleció, las quemó mas por despecho que por otra cosa.
Además de la triste historia, estoy hablando de una colección de Zepplin, que es una colección
de estampillas Alemanas carísimas.
Gracias por interesarte.
Bendiciones.
Roberto.
Muchas gracias por tu Interés y generosidad Daniel.
Que Dios te Bendiga.
Roberto
Impresionante historia. Hay muchas historias raras en torno a la filatelia y no conozco tantas sobre numismàtica.
Me pregunto si los sellos tendràn mas adictos que las monedas… serà asì? :$
Hola simone3ar.
El único inconveniente que tiene la filatelia es que es una afición reciente comenzó hace 160 años,
y es por ello que, según mi opinión, a muchos filatelistas les preocupa mas que no le falte un diente
a una estampilla, que conocer el contexto histórico de dicha estampilla, yo a esos efectos he creado un
Blog, bastante abandonado por cierto, donde escribo sobre filatelia y su contexto histórico.
Si alguna vez te interesa ver ese blog, te dejo un enlace.
Y si te gusta la historia contemporánea, seguramente te gustará.
http://elviejofilatelista.blogspot.com.ar/
Que Dios te Bendiga.
Roberto.
Harold estaba muy orgulloso de su colección tanto que me parece que se olvidaba de su esposa , descuido su relación y eso llevo a lo otro….en fin cada uno ve la vida con distinta sabiduría… 8-| (brb) 🙂 muy buena historia,,, (h5) (h5) *s*
Amigo, excelente historia 🙂
Espectacular historia, Roberto. Muchas gracias por compartir.
Y fue un gusto conocerte personalmente. Te esperamos en la juntada de Zona Sur cuando quieras!!!
muy bueno por eso mis 10
[quote Si alguna vez te interesa ver ese blog, te dejo un enlace. Y si te gusta la historia contemporánea, seguramente te gustará. http://elviejofilatelista.blogspot.com.ar/
Gran trabajo el de tu blog. Pasa a favoritos en mi navegador. Es un documento para consultas muy bien documentado y de lectura agradable. Felicitaciones.
Gran trabajo el de tu blog. Pasa a favoritos en mi navegador. Es un documento para consultas muy bien documentado y de lectura agradable. Felicitaciones.
Hola queridos amigos del foro.
Gracias por vuestra gentil participación, y generosa calificación.
Que Dios los Bendiga, con Salud, Paz y Liberación.
Roberto.
muy buena la historia aunque no hago filatelia m gusto mucho ( pienso igual q terna17 por hay un poco egoista de su parte 😀 ) (H) mire el blog muy bueno de verdad y muy informativo pasa a mis paginas favoritas (H) mañana paso a dejar puntnes ya q me los gaste a todos
Hola Attaque77.
No es necesario, lo mas importante es tu aprobación.
Que Dios te Bendiga.
Ronerto.
Excelente historia! Y nada más se puede agregar… Saludos!
osea, que no le pudo pasar la lengua a los sellos, o a los billetes al venderlos, pero si a su señora??