Estimados, quiero inaugurar una nueva sección (personal), la idea es descontracturar el fin de la semana con alguna historia relacionada a la numismática (o esa es la idea principal). Intentaré traer todos los Viernes una historia similar, a veces mostrando alguna moneda/medalla de mi colección y a veces simplemente una historia real.
En esta historia figuran princialmente (Todos ellos Masones):
http://es.wikipedia.org/wiki/Bartolom%C3%A9_MitreBartolomé Mitre (Bartolo), Presidente de la República Argentina (1862-1868). Cita textual del libro, apodo escrito por el autor.
https://conuvi.net/2013/10/08/casa-de-alejandro-rosa-flores-caba/ Alejandro Rosa, numismático, historiador, coleccionista y el primer director del Museo Mitre
https://conuvi.net/2014/06/01/ensayadores-argentinos-rosario-grande/ Rosario Grande, artísta grabador de medallas
A fines del año 1892
, don Francisco Bilbao, gran numismático y muy amigo del General, le pidió le prestara seis medallas sudamericanas que él tenía, con el objeto de hacerlas reproducir. El General accedió al pedido, pero puso como condición que el artista que se encargara del trabajo debía modelar allí mismo las medallas, pues no quería, por nada, que éstas salieran de su casa.
Ante esta propuesta el señor Bilbao se fué a consultar con el señor Alejandro Rosa, la forma en que se podría llevar a cabo la copia de las medallas.
Don Alejandro Rosa, se trasladó a lo del grabador don Rosario Grande y le dijo:
-Amigo Grande, el señor Bilbao, mi amigo, le ha pedido a don Bartolo autorización para hacer reproducir seis medallas, pero como el General no quiere que salgan de su casa, tendrá usted que ir allí a fín de sacar los modelos.
Tomó Grande su balija (sic), colocó en ella todo lo necesario, incluso los huesos de sepia y se fué a lo del General. Este se hallaba en su biblioteca sentado en su mesa de labor y conversando con el señor Bilbao.
Bartolomé Mitre en su Biblioteca, 1888 Autor desconocido.
Enterado del objeto que llevaba allí a Grande, se levantó, regresando en seguida con las seis medallas que entregó al grabador. Hecho esto, encendió un cigarro y se puso dar paseos por el salón sin que pareciera preocuparse para nada de lo que Grande hacía.
Dió principio Grande su tarea, teniendo en frente al señor Bilbao, el que con la mayor atención observaba el trabajo. Media hora después estaba éste terminado, por lo que dirigiéndose al señor Bilbao le dijo:
—Ya estan los modelos, ahora sólo falta que salgan bien la seis medallas.
—¿Cómo seis?—dijo Bilbao —Son treinta y seis las que debe hacer: seis de cada una.
Al oir esto, se levantó Grande como movido por un resorte y comenzó nerviosamente guardar sus útiles de trabajo, mientras le decía a Bilbao que le contemplaba asombrado y sin darse cuenta del por qué de esta determinación:
—Renuncio, señor, a este trabajo y si no pueden darme las medallas para modelarlas cómodamente en mi casa pueden llamar a otro grabador, yo no las hago;-y levantando la voz agregó:
[quote=Rosario_Grande]
—Se presentó un día en mi casa el Coronel don Jerónimo Espejo, para que le hiciera las medallas de Chacabuco, Maipú y el Sol de Chile y al observarle yo que tenia que traermelas para poderlas copiar, me dijo:
—Váyase a lo del general Zapiola, que él se las prestará.
Fuí en el acto a lo de Zapiola, que vivia en la calle Piedras, llamé a la puerta y salió á recibirme una señora de luto, en la que reconocí la hija del General, la que enterada del objeto de mi visita, me hizo pasar, presentandome su señor padre, é imponiéndolo de mi deseo.
Sin hacer la más leve observación, llamó el general á su hija y le dijo:
—Alcánzame la casaca.
Esta casaca tenía prendidas en el pecho todas las medallas del general Zapiola.
El personalmente las envolvió en un diario y me las entregó sin decirme una palabra más, saliendo yo de allí con la satisfacción propia del que ve que sin el mayor inconveniente se le confian objetos de tan apreciable valor.
Don Bartolo, que durante ese tiempo no había interrumpido su paseo, se fué aproximando al grupo y encarándose con Grande, le dijo:
—¿Ha concluído su trabajo? Bien sabía el General que no, pues todo lo había oído.
—No, General, —contestó Grande, y agregó — Y no es posible que pueda hacerlo aquí, así que le ruego busquen otro grabador.
—¿Y por qué no se las lleva á su casa? —dijo Mitre.
Grande no podía volver de su asombro ante esta inesperada salida del General, así que sólo se concretó a recoger y guardar los útiles y medallas, retirándose para continuar la labor en su talles después de haber agradecido al General ese acto de confianza.
Una hora más tarde se presente en lo de Grande don Alejandro Rosa, quien no conociendo sino muy superficialmente lo ocurrido y sorprendiéndole el que Mitre hubiera prestado las medallas, quiso conocer en todos sus detalles lo ocurrido, interrogando al respecto al señor Grande. Este le contó todo, sin omitir un solo detalle, á lo que Rosa contestó:
—¡Es claro! don Bartolo, después de oirlo a usted, no ha querído ser menos que el general Zapiola.
Pocos días más tarde se presentaba en la casa de Grande el señor Miguel E. Beccar, quien era portador de un tomo de la traducción del Dante, que Mitre le enviaba de regalo, con la siguiente dedicatoria:
“Al distinguido y popular grabador italo-argentino, señor Rosario Grande, que nacido italiano, ha conmemorado gloriosos hechos argentinos, le ofrece el traductor este ejemplar en señal de confraternidad entre argentinos é italianos – Bartolomé Mitre”
“Mitre: su vida íntima, histórica, hechos, reminiscencias, episodios y anécdotas militares y civiles: polémica de la Triple Alianza”, José M. Niño Buenos Aires 1906, pp162-166
Este es el libro y el mismo se encuentra disponible en versión electrónica, si alguno le interesa leer.
Ha recibido muy buenas críticas en la época, a tal punto, que había salido una ley para comprar 2000 ejemplares para ser introducidos en las bibliotecas escolares por todo el país. Este relato, verídico hasta donde se puede suponer, no solo humoriza una situación puntual de la época sinó que además humaniza a sus involucrados.
Saludos y disfruten este viernes!
Che, muy buena la idea. La historia la conocía de oído, con menos lujo de detalles. Me la habían contado de pibe "los grossos" del CEFINI (Centro Filatélico y Numismático de Ituzaingó). Mañana te dejo puntos (un minuto antes de que salga tu post había gastado mi cuota del día).
Te felicito por la iniciativa… 😉
Muy buena historia Justo! y muy buena idea la tuya de incorporar historias de este tipo! van…..
La había leído antes pero no tenía tanto conocimiento de Rosa o Grande en esa época y parecía una historia mas. Ahora con mejor conocimiento de ambos hace la historia aún mas entretenida. 😉 La nota es un extracto textual del libro que cité de 1906.
Veamos cuanto dura… no soy muy consistente :O 😉
Buena idea y linda anécdota! Te dejo los que me quedaron…
Buenisimo..!!
Buena idea pa los viernes… no afloje.
Van los que me quedan.
No conocía esta parte de la historia de Mitre y que atrapante saber que sentían y pensaban los proceres formadores de nuestra Patria…
(C) 8-|
Julio Cesar dijo: et tu quoque Brute fili mi! Yo diría: et tu quoque Justo Amigacho mi! :'( :'(
Estoy mas agonico que Gracia con sus deudas. :$ 🙁 🙁 :'( :'(
Ya volvere ^o)
Muy buena y amena la historia. Es como vos decís, «humaniza a sus involucrados» dentro de su contexto.
¿Se sabe cuales eran esas 6 benditas medallas sudamericanas?
Pensar que estuve en esa biblioteca, esos pisos rechinantes emanan historia. No lo tengo bién presente ahora, pero no hace alución a las medallas de las damas patricias? ALguno si tiene la fija que me corrija por favor.
Estoy tratando de buscar eso, sin exito 🙁 no se a que medallas se refiere.
Me gustaria encontrar esa copia y su original. Se podra llamar falsa de epoca?
excelente post 🙂
Muy linda historia. Va diego
Linda historia 🙂
Perdoname Justo, no entiendo a que haces referencia con "falsa de época".
Excelente iniciativa!!! Mejor historia!!! paso mañana a saludar 😉
A todo esto, con el interés de Mitre en las monedas, habrá pedido también alguna copia de monedas antiguas? O eso no se toca? ^o)
Encontre una medalla que en algun momento publicare, es muy parecida a la original pero no lo es.
Esto me lleva a pensar dos cosas, o el grabador hizo dos versiones del cuño ( es ese caso muy poco probable ) o alguien la copio lo mejor posible (Como hizo Grande)
Esta mal dicho falsa de epoca, pero durante mucho tiempo los mismos numismaticos copiaban monedas/medallas para que su coleccion este 'completa' y luego reemplazaban si conseguian esa moneda/medalla.
En otras palabras, que le impide a esa medalla reproducida no circular como original? Como la historia habla de 'seis de cada una' asumo son copias metálicas, ya que podria ser el caso sean copias para litografia.
No se que tan antiguo coleccionaba Mitre, a partir de 1700 seguro ya que tener el libro de Medallas de Vernon de su autoria
Por lo que vi en el sitio del museo, la colección numismática abarca siglo XIX en adelante. Quizás es un indicio.
Si, ya me diste ganas de ir. ^o) El problema es que abren en dias puntuales de semana y en horario labural. :'(
Muy buena la historia! :O
Ulises, yo fuí (y tengo ganas de ir nuevamente con cámara en mano). Tienen piezas únicas conocidas (ver Janson). No tiene desperdicio. Lo único malo es el horario.
aplausos!!!
La Sociedad de Patricias Argentinas mandó a fabricar para el centenario de 1910, 38 medallas con los busto s de las famosas heroinas. Estas medallas las realizó Constante Rossi.