Monedas de la Revolución mexicana I

No son los rebeldes los que crean los problemas del mundo, son los problemas del mundo los que crean los rebeldes.
Ricardo Flores Magón.

Detalle del mural "la revolución" de David Alfaro Siqueiros. Museo Nacional de Historia

La Revolución mexicana fue un conflicto armado que tuvo lugar en México, dando inicio el 20 de noviembre de 1910. Históricamente, suele ser referido como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México.

Emiliano Zapata y Francisco "pancho" Villa.

No es función de esta serie de post contar o tomar partido por lo que paso en México a lo largo de esta lucha fratricida ( para el que le interese ahondar el tema ver https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_mexicana ) sino, simplemente, "contar" la historia a través de sus monedas, espero que cada cual pueda posteriormente, si dedica tiempo a la lectura del tema, sacar sus conclusiones o sino, simplemente saber las monedas que circularon en tan caótico periodo.

El estado Libre y Soberano de Oaxaca.

Oaxaca (pronunciación culta: oajáka [oa'xaka], pronunciación coloquial: guajáka [wa'haka]) es uno de los 31 estados que, junto con el Distrito Federal, conforman la lista de 32 entidades federativas de la República Mexicana.

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En rojo, sobre el mapa de México, localización de Oaxaca.

De un estado dentro de México a un Estado Soberano…

Durante el régimen del Gobernador soberanista Licenciado José Inés Dávila (1914 a 1919), la situación de Oaxaca fue poco halagüeña desde todos los puntos de vista: social, económico, militar y político.

En febrero de 1915 se inicia un periodo de hambruna que habría de prolongarse por varios meses, el maíz, el frijol y el trigo escaseaban, y lo poco de que se disponía se vendía a precios altos. Según Francisco José Ruiz Cervantes, el valor en el mercado se había incrementado en un 100%, el almud (El almud era una medida de peso y volumen. Contenía unos 22 Kg. ) de maíz y frijol – valían 56 y 12. 50 centavos respectivamente y las piezas de pan de 2 centavos se dispararon a 4, igual ocurrió con las tortillas y la carne. El historiador Jorge Fernando Iturribarria, en su obra Oaxaca en la historia, describe así esa situación: "La miseria se mostraba en muchos rostros y cuerpos vestidos de harapos. Una caravana de niños flácidos pululaban por los mercados recogiendo desperdicios para llevarlos a la boca".

Por otro lado, el gobierno estatal destinaba fuertes sumas al sustento de las fuerzas defensoras encargadas de oponer resistencia a los jefes carrancistas (constitucionalistas) que a toda costa querían incorporar a Oaxaca a la Revolución y no cesaban de amenazar con tomar la plaza de Oaxaca. Los carrancistas tenían en su poder zonas estratégicas (la costa, el istmo y Tuxtepec), lo que, además de empobrecer el tesoro estatal por la falta de las contribuciones fiscales de esas zonas, poco a poco iba aislando al Gobierno soberanista de José Inés Dávila.

Por si lo anterior fuera poco, el desempleo estaba en aumento; los hacendados ocultaban granos y cereales; por el Estado circulaba una multitud de billetes de las diversas facciones revolucionarias que eran rechazados por los comerciantes y banqueros; la moneda fraccionaria de metal (plata, níquel, cobre) brillaba por su ausencia.

A pesar de tan difícil situación, los afanes soberanistas de los oaxaqueños que pensaban que su Estado estaría mejor si se separaba del resto de la República, iban en aumento.
El 3 de junio de 1915 el Gobernador José Inés Dávila reúne a los miembros del Congreso en su despacho y les plantea la iniciativa de la soberanía, que es aceptada por todos.

Ese mismo día la XXVII Legislatura emite un decreto en el que se asienta que Oaxaca se separa del pacto federal. El decreto No. 14 de esa fecha declara que entre tanto se restablece el orden constitucional, el Estado Libre y soberano de Oaxaca reasume su soberanía y se gobernará observando la Constitución General de 5 de febrero de 1857 (Mensaje del C. Lic. José Inés Dávila Gobernador Interino Constitucional del Estado).

El gobierno estatal hacia todo lo que estaba en sus manos para aliviar la situación pavorosa que vivía el pueblo oaxaqueño: se creó entonces, una comisión para regular los precios de los productos de primera necesidad; ordenando a los hacendados, poner a la venta el maíz y el frijol que tenían oculto y se fija un precio máximo aunque elevado a tales artículos; se obligó a los banqueros, industriales y comerciantes a cambiar billetes por moneda fraccionaria de metal; se abría una casa de moneda para acuñar piezas de oro, plata y bronce ( En oro se acuñaron monedas con la denominación de 5, 10, 20 y 60 pesos. En plata se acuña monedas con la denominación de 20 y 50 centavos además de 1, 2 y 5 pesos. ) y emitir billetes y estampillas con buen papel y buena impresión.

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Estampillas de Oaxaca.

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Anverso y reverso de un billete provisorio.

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Carranza decide tomar cartas en el asunto de la soberanía y recuperar Oaxaca a como dé lugar. El 19 de agosto de 1915 nombra al general Jesús Agustín Castro comandante militar y Gobernador de Oaxaca.
Esta designación marcaría el inicio de la campaña militar contra la soberanía del Estado.
El general Castro fijó su gobierno al principio en Salina Cruz, mientras Dávila continuaba gobernando en la capital. Seis meses de luchas enconadas entre carrancistas y soberanistas siguen al nombramiento de Castro. Finalmente los últimos son derrotados el 2 de marzo de 1916 en el combate de Ocotlán, pese a la ayuda recibida de los zapatistas. Al día siguiente los soberanistas deben evacuar la capital del Estado y en ese momento surge una división entre las fuerzas. Meixueiro propone que su tierra natal, la Sierra de lxtlán, sea el sitio a convertirse en baluarte de la soberanía, mientras que Dávila, de origen mixteco, prefiere Tlaxiaco, considerando que en la sierra el movimiento se aislaría y se dejaría en manos de los carrancistas las regiones más ricas del Estado. Así que Meixueiro parte rumbo a lxtlán con tres brigadas militares al mando de los generales Onofre Jiménez, Isaac M. Ibarra y Pedro Castillo. Dávila por su parte, marcha en ferrocarril rumbo a Tlaxiaco acompañado por gran parte de su gabinete y numerosas familias que lo apoyan.

Las tropas del zapatista Higinio Aguilar cometen actos vandálicos antes de abandonar la capital oaxaqueña; entre otras cosas, incendian la sección poniente del Palacio de Gobierno y la estación del Ferrocarril Mexicano del Sur. La llegada del ejército de Carranza a Oaxaca el 3 de Marzo de 1916 significo el final de las monedas de Oaxaca, ya que el ejército de Carranza tenia como ordenes específicas, destruir todas las monedas que encontraran, las monedas de metales preciosos fueron fundidas, mientras que los cuños, moldes y registros de los diseños de las monedas fueron destruidos.

Moneda de 60 pesos en oro, solo se conocen 12 ejemplares sobrevivientes.

José Inés Dávila llega a Tlaxiaco, instala su gobierno en la antigua casa del banco y empieza a planear la reorganización de sus fuerzas, que pronto comenzarían a sufrir derrotas tras derrotas.

La defensa con que cuenta José Inés Dávila es precaria: sólo dispone de la "protección" del ex federal José García Bravo, quien con fuerzas escasas guarnece la ciudad de Teposcolula, punto de entrada a la Mixteca. Al darse cuenta de la debilidad militar de Teposcolula, el general carrancista Nicolás Piña decide entrar y tomar la plaza; la acción militar se realiza sin tener que disparar un solo tiro, al enterarse García Bravo de la proximidad del enemigo, huye inmediatamente con su familia, sin siquiera molestarse en comunicar la situación a Dávila. ^o)

Ese día, como todos los sábados, era día de tianguis -mercado- en Tlaxiaco. Algunos elementos de las fuerzas de Piña se adelantaron y disfrazados de comerciantes, con la pistola bajo el sarape ( El sarape o jorongo es una prenda de vestir masculina que porta el hombre de campo para cubrirse de la lluvia y el frío, es un atuendo considerado mexicano y que semeja al poncho utilizado en la región andina. ), se pararon entre vendedores y compradores a esperar la llegada del resto de su contingente. Al poco rato se escucharon los primeros tiros, los soldados recién llegados se habían apostado en las alturas y el combate dio inicio. Los constitucionalistas tenían bajo control todos los puntos de acceso de la ciudad salvo uno, el de Mixtepec, por donde la población civil emprendía la retirada.

Dávila estaba consternado, no sabía qué hacer. Entre la desbandada una mujer al reconocerlo, le ofreció su caballo y lo ayudó a huir de la ciudad.

Los tlaxiaquenses conocerían así los horrores de la guerra. El botín para los vencedores fue por demás suculento: robando todo en las casas, incluyendo los alimentos y lo que no se podían llevar lo destruyeron; los jefes de familia que oponían resistencia a los saqueadores eran muertos al instante en el umbral de sus hogares, asaltaron la caja de seguridad de la casa de Dávila, llena de monedas de oro y plata y alhajas que los acompañantes de éste habían depositado a su llegada a Tlaxiaco; se llevaron todo lo que había de valor en el Monte de Piedad. La población se quedó literalmente con lo que llevaba puesto y sin comer durante todo el día.

Cinco días después los carrancistas, al mando del general Piña, evacuaron Tlaxiaco al enterarse de que los jefes mixtecos se acercaban para recuperar la plaza, por lo que más tarde Dávila y su gente pudieron regresar.

Reinstalado en Tlaxiaco, Dávila se entregó a la tarea de reorganizar lo que él consideraba era el gobierno legítimo de Oaxaca. Sin embargo, sus fuerzas no podían ser regulares, la extrema pobreza del distrito lo impedía y además le quedaba poca gente; por ello recurrió a los caciques de los pueblos, para que éstos se encargaran de oponerse al carrancismo y defender la soberanía.

Hacia fines de 1918 Dávila se enteró de que corrían rumores en torno a un posible armisticio por parte de los soberanistas. De hecho, Meixueiro había iniciado pláticas con los carrancistas para tal fin, e incluso había enviado una comisión para convencer a Dávila de que hiciese lo mismo. Este se indignó profundamente y envió a México -solicitando que se hiciese pública- una carta de su puño y letra en donde negaba de manera contundente su disposición a aceptar el armisticio.

Para principios de 1919 los carrancistas tenían en su poder casi la totalidad del Estado, por lo que Dávila opta por abandonar el distrito de Tlaxiaco e internarse en la costa para llegar algún puerto y salvar su vida. Pero su suerte fue otra. Cuando se encontraba en lxtlayuca acompañado por su cortejo, que para entonces era sumamente reducido, el 31 de mayo de 1919, las fuerzas carrancistas del mayor oaxaqueño Adalberto Lagunas cayeron sobre dicho pueblo; Dávila intenta escapar, pero durante la escaramuza recibe varios disparos. Herido aún fue rematado, su cabeza cortada.

Orgulloso de su hazaña, Lagunas envió la cabeza del licenciado Dávila dentro de una caja de madera a la capital oaxaqueña para que la exhibieran públicamente, como testimonio de la derrota final del Soberanismo, pero el entonces Gobernador constitucionalista Juan Jiménez Méndez-que había asumido la gubernatura en 1917- consideró tal acto como una imprudencia y se negó a aceptarlo.

La presencia de numerosas personas en la inhumación de la cabeza no tuvo el carácter político de la consagración de un mártir. Fue simplemente la vinculación a la memoria del caído, que había sabido mantenerse firme a sus ideales y a su convicción, sin perjuicio del error que ellos pudieran entrañar".

Mi moneda de este Estado:

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KM# 731.1. 20 Centavos 1915. Cobre, diámetro 31 mm. Anverso: centro silueta del busto de Benito Juárez, en la parte superior la leyenda “Estado L. y S. de Oaxaca” (estado libre y soberano de Oaxaca), reverso: en el centro la denominación “20 centavos” y en la parte superior la leyenda “moneda provisional” Acuñada en Aoxaca desde el mes de julio de 1915 hasta que cae el goberno, se desconoce la cantidad acuñada dada la destrucción de los registros.

Se sabe que quien estuvo a cargo de la acuñación de las monedas en Oaxaca como director y diseñador fue Teófilo Monroy ( en algunas de las monedas se ven las iniciales T M) y que su hijo Miguel Monroy le ayudó a cortar y labrar los troqueles. Aunque hay que mencionar que los primeros diseños de las monedas que se acuñaron al principio fueron diseñaras por un norteamericano que vivía en la ciudad de apellido De Coe.

Hay que pensar que esta "monedita" circulo hace apenas 100 años… ¿Vieron toda la historia que tenia para contar?

Marcelo Gryckiewicz.

Fuentes: Wikipedia, http://lionsalchemists.blogspot.com.ar/2012/09/monedas-revolucionarias-de-oaxaca.html http://archivo.eluniversal.com.mx/graficos/graficosanimados13/EU-Siqueiros/ http://www.archivohistorico.oaxaca.gob.mx/?q=node/161