Los fulani.

Los fulani.

Los fulani son el pueblo nómada más grande del mundo, cuyo origen es desconocido.

Viven en África occidental, la mayoría en el Sahel, donde, junto con los hausa, suman alrededor de 40 millones. Se encuentran en Malí, Guinea, Camerún, Senegal, Níger, Burkina Faso, Benín y en número menor en Ghana, Mauritania, Sierra Leona, Togo y Chad. Hablan fula (pular) y estuvieron entre los primeros grupos africanos que abrazaron el islam.

Los fulani no tienen “patria”, ni moneda propia. Es difícil censarlos o hacerles cartillas sanitarias porque no pertenecen a ningún lugar. Al recorrer los anchos espacios del desierto con sus caravanas de ganado, los fulani necesitan una moneda que valga para pagar en países diferentes. No hay mejor solución que hacerlo con una que tiene valor intrínseco, aunque desconocen el precio del mercado numismático.

Y sus mujeres las portan con elegancia, sin necesidad de monederos.

El thaler de la emperatriz María Teresa, de la casa de Habsburgo, fue creado en 1741 y se han acuñado 389 millones de monedas hasta nuestros días. Con la adopción del patrón oro en 1821 perdió valor en Occidente y dejó de ser moneda de curso legal en 1858, pero eso sólo significó el comienzo de un comercio mucho más importante, el uso del Thaler como moneda por su valor intrínseco.

«Las usamos para joyería y como adorno de nuestras mujeres. Si llevan muchas monedas desde niñas luego el hombre que quiera casarse con ellas tendrá que pagar más dote»,

… dice Yasim, que parece ser el portavoz de su pueblo en estas tierras.

«Pero también compramos ganado, alimento, camellos para el transporte o armas para defendernos. Es de plata pura y tiene mucho valor».

Uno no puede reprimir una imagen: cajas de kalashnikov (AK-47) cruzando el desierto pagadas con monedas de hace dos siglos y medio.

Al ser de plata, como si fuera un pequeño lingote, todos querían esas monedas, así que en ese siglo XVIII saltó las fronteras de Austria y poco a poco fue llegando a todos los confines del mundo, donde fue copiada y acuñada en Londres, Roma, Bruselas, Venecia, Etiopía, Calcuta, Bombay, China, Djibuti, Java e incluso en Estados Unidos.

Durante la presencia colonial de Alemania, Francia y Reino Unido se difundieron mucho estas monedas por el norte de África hasta Arabia, Turquía, Siria y las costas del mar Rojo. Es probable que las caravanas del desierto las hayan transportado durante generaciones entre los ríos Níger y Nilo. Especias aromáticas, café, goma arábica, índigo, carey, plumas de avestruz, caballos árabes y perlas negras de los mares del sur se han pagado con thalers.

(Si amigos, la foto es de Mussolini)

En 1935, el dictador fascista Benito Mussolini pidió permiso al Gobierno austriaco para poder usar su antigua moneda en la guerra de Abisinia. Con ella pagó a espías, soldados, mercenarios y traidores y llenó el cuerno de África de thalers.

Inspirado en todo aquello, en la ficción Ian Fleming creó un agente secreto (James Bond) que siempre llevaba, dentro de una costura oculta en el pantalón, varias monedas como estas para que pudieran sacarle de cualquier apuro en cualquier punto del planeta.

Con la descolonización de África y la acuñación de monedas postcoloniales, este thaler dejó de utilizarse para el comercio, salvo en el caso de los fulani, supervivientes de una cápsula de tiempo conservada en las dunas del desierto, donde un puñado de monedas de plata puede significar la diferencia entre casarse o no casarse, poder comprar un camello, vender un rebaño de cabras, negociar una partida de tabaco hacia algún puerto o adquirir armas para defender el ganado de la tribu.

Algo tan simple como la vida o la muerte.

Un plus que viene al caso:

A los que amamos las monedas nos duelen los ojos al verlas perforadas o soldadas a adornos de todo tipo, pero no deberíamos criticar las costumbres de los fulani pues en casa hicimos lo mismo hasta ayer nomas.

Pero miren que interesante… no solo de patacón vive el gaucho:

Bien amigos, curiosidades del thaler del cual mucho se ha escrito ya.
Será hasta el próximo.

Eduardo Simone

Fuentes:
Coins and Currency: An Historical Encyclopedia
www.elmundo.es/cronica/2014/06/15/
Wikipedia – Google imagines