Cuasimonedas y convertibilidad I.

Las Cuasimonedas

Durante el momento mas álgido de la crisis, comenzaron a emitirse –y se instalaron en el devenir cotidiano? otras monedas de emisión gubernamental local distintas al peso convertible, que sustituian física y mentalmente al peso.

Análisis legal

1. La emisión de moneda en la República Argentina es patrimonio del Estado Nacional y se regula a través del Banco Central.

2. La Ley de Convertibilidad del Austral (Ley Nº 23.928) fue sancionada el 27 de marzo de 1991 por el Congreso de la República Argentina, durante el gobierno del Dr. Carlos Saúl Menem. Establecía que 10.000 australes, la moneda de curso legal en ese entonces, equivalían a un dólar estadounidense a un cambio fijo a partir del 1 de abril de 1991. Para ajustar el signo monetario a la ley se crea el peso convertible equivalente a un dólar, es decir, que se quitan 4 ceros a la nueva moneda. Por la "ley de convertibilidad", cada peso que se emitía debía tener un dólar de respaldo en el Banco Central, es más, toda la actividad económica cualquiera sea, debe respetar esa convertibilidad por ley. El período en que duró la ley de convertibilidad se llamó popularmente el uno a uno, en clara referencia a la igualdad peso dólar.
3. Por el llamado pacto federal de 1831 (antecedente de la Constitución Nacional de 1853), las provincias se comprometetieron a respetar las leyes de la Nación y ninguna Constitución provincial, puede entrar en contradicción con nuestra Carta Magna. Las provincias delegaron en el estado nacional la emisión de moneda de curso legal.

Antecedentes:

Los bonos provinciales emitidos en condiciones de circulación forzosa (o casi forzosa) surgieron en Argentina concretamente en la provincia de Salta en 1985 cuando las provincias se vieron sometidas a procesos de racionamiento de fondos por la Nación.

Los casos de Tucumán, la Rioja, Salta y Jujuy formaron parte del folklore económico de aquella época, pero esas operaciones en bonos resultaron finalmente marginales respecto de las dimensiones
monetario?financieras del país en ese entonces.

Con un tipo de cambio fijo, el B.C.R.A (Banco Central de la República Argentina) debía respaldar el 80% de la base monetaria con reservas internacionales, lo que redujo su capacidad de financiar al gobierno o al sistema financiero.

Al reducirse los medios de financiamiento y de pago, se crearon las condiciones para la aparición de bonos provinciales y nacionales, e incluso municipales, como una forma de hacer frente a los crecientes déficits fiscales y al agotamiento de las diversas fuentes de financiamiento.

Así, un gobernador a quien no le alcancen los fondos que recaudó, más los que recibió del Gobierno nacional, no iría a suicidarse ni a quedarse cruzado de brazos, sino que emitirá su propia moneda.

El asalariado provincial, a falta de alternativas, la aceptaría; y el supermercado que opera en la ciudad donde esto ocurra, por la misma razón, también la aceptaría, Con o sin descuento, dependiendo de las coyunturas y alternativas.

Esto fue así hasta el punto de que en julio de 2001 solo tres provincias usaban esas cuasi monedas
Corrientes, Tucumán y Buenos Aires; pero el fenómeno se generalizó desde esa fecha hasta la
crisis y en noviembre 2001 circulaban ya once bonos provinciales y un bono nacional, las letras
de cancelación de obligaciones provinciales (LECOP) que servían para pagar sueldos, aguinaldos, jubilaciones y también a proveedores, representaban casi el 30% del total de circulante en pesos.

El nacimiento de varias monedas dentro del mismo territorio nacional era una muestra de la crisis del estado y de su fragmentación.

El Estado nacional y las provincias emitieron bonos por el equivalente a 6708 millones de pesos durante 2001 y 2002.

La estrepitosa caída de la recaudación y la falta de crédito externo forzaron la puesta en circulación de diez cuasimonedas que se utilizan para pagar los sueldos de los empleados públicos, las jubilaciones y las deudas con los proveedores. Patacones, bono federal, Quebracho, Cecacor y Bocade son algunos de los bonos provinciales que sirvieron para contener el estallido social generando un circuito monetario alternativo con restricciones que varían según la región (para el estudio y catalogación de todos los bonos provinciales recomiendo ver el catálogo Bonos de emergencia de Argentina?1985?2002 de Eduardo
Colantonio, Eduardo Colantonio editor 2010
).
A ellos se suman 3300 millones de Lecop Letra de cancelación de obligaciones provinciales que el gobierno nacional autorizó a emitir por decreto para cancelar su deuda con las provincias.

Los bonos, en el momento mas álgido de la crisis, equivalían a más de la mitad del circulante en pesos y en varias provincias los trabajadores provinciales cobran el 85 % de su sueldo en bonos provinciales y Lecop y los municipales el 100 en bonos provinciales.

La situación fue desesperante porque en los comercios el bono provincial prácticamente no se aceptaba. Por lo tanto, los empleados se veían obligados a vender los papelitos en financieras y casas de cambio donde se cotizan al 40 % de su valor nominal.

En los comercios había una lista de precios en pesos y otra en bonos.

En varias provincias, como Tucumán o Córdoba, las cuasi monedas representaban más del 70% de la facturación de los supermercados.

Estas cuasi monedas se cotizaban con fuertes quitas en su valor nominal, y como sólo pueden ser aplicados al pago de impuestos locales las operaciones se pactaban con un precio más alto de manera de compensar la pérdida financiera que implica la casi inevitable conversión del bono a los pesos.

Los bonos tenían como particularidad que nadie los aceptaba fuera de los límites de la provincia que los emitió, salvo el patacón emitido por la provincia de Buenos Aires. Mejor recibido que el Lecop.

Su circulación es más rápida que el peso. La mayoría de las personas prefiere deshacerse de los
bonos lo antes posible. Todos los bonos tenían vencimiento temporal al cabo del cual los tenedores de los mismos debían recibir pesos.

La depreciación de las Cuasimonedas era tal que mucha gente prefería esas otras Cuasimonedas ejemplo de esto es el bocanfor de Formosa altamente depreciado y de poca aceptabilidad al igual que el quebracho en chaco o el cecacor en Corrientes donde a la gente le era mas redituable tener créditos del trueque y no bonos provinciales dado que con estos existía todavía una paridad uno a uno con respecto al peso en los nodos en donde se podían adquirir mercaderías.

Las Cuasimonedas fueron un mecanismo para paliar la crisis Argentina de 2001.

Nacieron como un subproducto de la convertibilidad. Si bien en un principio su circulación fue polémica,
la enorme emisión y la magnitud de la crisis, lograron una masiva aceptación práctica.

Su presencia contribuyó a amortiguar la reducción de la circulación monetaria por el corralito.

En Argentina se denominó corralito a una restricción a la extracción de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro impuesta por el gobierno de Fernando de la Rúa en el mes de diciembre de 2001.

El objetivo que se perseguía con estas restricciones era evitar la salida de dinero del sistema bancario, intentando evitar así una ola de pánico bancario y el colapso del sistema.

En enero de 2001 había depósitos por 85.000 millones de dólares, para marzo se habían perdido más de 5.000 millones en noviembre los depósitos habían caído a 67.000 millones de dólares.

El gobierno con fecha 3 de diciembre de 2001, emitió el decreto 1570/2001, que establecía prohibiciones para las entidades financieras y para el público.
Entre ellas prohibió los retiros en efectivo que superen los doscientos cincuenta pesos ($ 250) o doscientos cincuenta dólares estadounidenses (US$ 250) por semana, por parte del titular, o de los titulares que actúen en forma conjunta o indistinta, del total de sus cuentas en cada entidad financiera.

Estas medidas ahogaron todo movimiento económico, al restringir bruscamente la liquidez monetaria, paralizando el comercio y el crédito, rompiendo las cadenas de pago y asfixiando a la economía informal o en negro de la cual depende la subsistencia cotidiana de una porción significativa de la población, se decía que el 40% de la economía argentina de ese entonces era no formal en negro o no bancarizada.

Esta situación se prolonga a lo largo de todo el año 2002 y mediados del 2003 pese a que el 6 de enero de
2002 el gobierno de Duhalde promulga la Ley de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario que puso Fin al sistema de Convertibilidad y pesificó los créditos otorgados por el sistema financiero.

Con fecha 9 de enero de 2002, el gobierno publica el Decreto 71/2002 que establece el nuevo tipo de cambio oficial en 1,40 pesos por dólar estadounidense. Asimismo, el citado decreto reglamenta la pesificación de las deudas de las personas físicas y jurídicas de acuerdo al esquema de cambio de un peso ($ 1) = un dólar estadounidense (US$ 1) y manteniendo las demás condiciones originariamente pactadas.

Por resolución 124 del 16?07?2003, decreto 397, del 21?07?2003, y decreto 529, del 05?08?2003 el Gobierno Nacional anunció un plan para rescatar los bonos provinciales.

La medida fue exigida por el FMI y se denomina Proyecto de Unificación Monetaria.

El objetivo final fue sacar a todas las cuasi monedas de circulación. Primero se beneficio a las provincias cuyas cuasi monedas están fuertemente devaluadas es decir las que cotizaban a menos de su valor
nominal en el mercado y luego con el patacón que cotizaba 1 a 1 con el peso.

Respecto al valor en que se rescataron los títulos, se consensuo dos posturas: la del estado nacional que
proponía que el cambio se hiciera a precios de mercado y la de los gobernadores que querían que fuera a valor nominal: 1 a 1.
Se llego a un punto intermedio de cambiar 1 a 1 hasta 500 pesos a los tenedores particulares y con quitas a los proveedores del estado provincial correspondiente.

Las provincias se hacen cargo a través de la coparticipación a devolver el dinero, y se comprometieron a no volver a utilizar dichos instrumentos, por lo cual, no tendría que permitirse dicho uso.

Según importantes economistas, este operativo implico una fabulosa emisión de moneda, que equivale al 25% de la circulación total.

La provincia de Buenos Aires el 13 de noviembre de 2006 rescato los últimos Patacones que todavía circulaban. Son un total de 48 millones de pesos. Con esta operación se pone fin a la historia de las cuasimonedas, emergentes de la peor crisis económica argentinade todos los tiempos (espero).

Hasta aquí la historia de las Cuasimonedas en Argentina, el reacomodamiento también implico el reacomodamiento mental de la clase media a no convivir con otra moneda que no fuera el peso, igualmente la clase baja comenzó a recibir los subsidios nacionales en pesos.

Se viene en proximos post la historia de cada cuasimoneda en particular. 😉

Marcelo Gryckiewicz.

Fuente: A la sombra del Arbolito, catálogo de monedas sociales de Argentina y Uruguay. Marcelo Gryckiewicz.

12 comentarios en “Cuasimonedas y convertibilidad I.

  1. A mira no sabia que Salta habia sido la primera en sacar los bonos. Creo que tambien a comienzos de siglo paso algo similar ya que tengo y vi varios billetes que dicen Obligaciones de la Prov. y otros dicen creditos publicos etc. Seria los antecesores de los bonos ?

  2. increible post Marcelo!! siempre me interesaron las cuasimonedas y atento siempre a ver si aparecen entre familiares y amigo alguna de ragalo , solo tengo los bonos de los que hablas de salta en australes de varias denominaciones , son muy basicas parecen cheques… Saludos y gracias por el tiempo que te tomas en hacer estos lindos post para informar a los compañeros

  3. @juanoscar A mira no sabia que Salta habia sido la primera en sacar los bonos. Creo que tambien a comienzos de siglo paso algo similar ya que tengo y vi varios billetes que dicen Obligaciones de la Prov. y otros dicen creditos publicos etc. Seria los antecesores de los bonos ?

    Si hay de Mendoza también. Esas letras eran el equivalente a los bonos.

  4. @LUCO83 increible post Marcelo!! siempre me interesaron las cuasimonedas y atento siempre a ver si aparecen entre familiares y amigo alguna de ragalo , solo tengo los bonos de los que hablas de salta en australes de varias denominaciones , son muy basicas parecen cheques… Saludos y gracias por el tiempo que te tomas en hacer estos lindos post para informar a los compañeros
    Es un gusto poder compartir historias con la comunidad!!! Gracias por pasar!! 😉

  5. Muy buen tema Marcelo. En esa época para una de las empresas de transporte que trabajaba, tenía cuentas para depósitos en muchos bancos para poder recibir los diferentes bonos de cada provincia, de ese mismo modo fui guardando muchos bonos que me llegaban por intermedio de choferes, que hoy forman parte de mi colección.

  6. @JPablo Muy buen tema Marcelo. En esa época para una de las empresas de transporte que trabajaba, tenía cuentas para depósitos en muchos bancos para poder recibir los diferentes bonos de cada provincia, de ese mismo modo fui guardando muchos bonos que me llegaban por intermedio de choferes, que hoy forman parte de mi colección.

    En esa época con con mi socio, en el estudio, haciamos cuentas todos los viernes para ver cuantos lecop, pesos o patacones teniamos y repartir equitativamente. 😀
    Llegamos a recibir bonos de Entre Rios y de Córdoba. No me quedaba con ninguno 😥

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