Olvídese del candente bitcoin. Las monedas de oro y plata con las caras de zares rusos, dignatarios chinos y emperadores romanos están desatando un frenesí de pujas, en un mercado en el que los tradicionales aficionados a la numismática compiten hoy con inversores y con los nuevos coleccionistas ricos de economías en desarrollo.
La firma Heritage Auctions estableció un récord para una moneda brasileña cuando a una pieza con el rostro del primer emperador del país, Pedro I, se le bajó el martillo por 499.375 dólares la semana pasada. Seis de los 10 oferentes eran de Brasil. Un real mexicano de oro con la efigie del rey español Felipe V, de 1711 –acuñado a martillo como muchas de las monedas coloniales de los siglos XVI y XVII conocidas como “macuquinas”–, se vendió en 293.750 dólares.
Las ventas tuvieron lugar en la 42ª Convención anual de Numismática Internacional, el encuentro mundial más importante de subastadores y vendedores de monedas antiguas de todo el mundo. En el evento, celebrado entre el 4 y 12 de enero en el Hotel Waldorf Astoria, se hizo visible la globalización cada vez mayor del mercado de monedas de colección. Además de la serie de subastas, 120 firmas de numismática expusieron monedas, algunas de las cuales se remontan a la antigua Grecia.
“Coleccionar monedas antes era más un hobby”, comentó Kevin Foley, presidente de la convención. “Ahora es un área de inversión, con gente que paga millones por las piezas”.
“Hay cada vez más oferentes y compradores de China, Rusia, Europa del Este, India y Latinoamérica”, dijo Cristiano Bierrenbach, director de monedas del mundo de Heritage Auctions, con sede en Dallas. “Son personas que están subiendo en la escala de ingresos y tienen más dinero para gastar”.
La moneda más cara subastada, –un dólar estadounidense de plata Flowing Hair (Cabello al viento), de 1794– se pagó 10 millones de dólares en Stack’s Bowers Galleries en enero del año pasado en Nueva York. En 2012, un coleccionista anónimo pagó 4,4 millones por una moneda rusa en la casa de subastas Sincona AG, con sede en Zurich.
En la edición del 2013 de la convención, Heritage Auctions vendió 37 millones de dólares en monedas antiguas de todo el mundo, un 131% más que en 2008. Sus ventas de monedas estadounidenses cayeron un 7% durante el mismo período.
La importancia histórica es uno de los atractivos de las monedas raras; el tamaño es otro. A diferencia de otras piezas de colección como las obras de arte, las antigüedades, los vinos y los automóviles, las monedas son fáciles de guardar y transportar. “Podemos tener decenas de millones en monedas raras y guardarlas en nuestra caja de seguridad”, señaló Brian Kendrella, presidente de Irvine, de la firma Stack’s Bowers, con sede en California.
Numismatic Guaranty Corp., de Sarasota, Florida, autentica, clasifica y encapsula (después de examinarlas y clasificarlas) cualquier moneda mediante el pago de entre 14 y 600 dólares, según Max Spiegel, vicepresidente de la empresa. Si la pieza resulta falsa, la compañía comprará la moneda al valor actual de mercado.
Bierrenbach dijo que Heritage Auctions vendió 14.600 millones de dólares en monedas antiguas y del mundo en la apertura de la convención este año, y se disponía a subastar 1900 monedas del mundo pertenecientes a la valiosa colección de Eric. P. Newman, un coleccionista de 102 años de St. Louis, Estados Unidos.
Las monedas antiguas rusas recaudaron 6,5 millones de dólares en los dos primeros días de venta, precisó Dmitry Markov, de la firma Dmitry Markov Coins & Medals, de Nueva York, que organizó las operaciones junto con Baldwin’s Auctions Ltd., de Londres, y M&M Numismatics Ltd., de Washington.
El lote principal fue una moneda de oro de 25 rublos, del año 1876, en conmemoración del trigésimo cumpleaños de Vladimir, hijo del zar ruso Alejandro II, detalló Markov. Se subastó en 325.000 dólares. Más de la mitad de los lotes fueron adquiridos por compradores rusos, agregó.
Las monedas romanas son muy apreciadas por los coleccionistas internacionales, entre ellos los rusos y los chinos.
El lote más importante que vendió Classical Numismatic Group Inc., con oficinas en Londres y en Lancaster, Pensilvania, fue una moneda de oro perteneciente al reinado del emperador romano Probo (276-282 d.C.), por la que se pagaron US$190.000 (más del doble de los US$75.000 estimados antes de la venta). La firma superó las expectativas para sus ventas de monedas antiguas y clásicas.
De las piezas que trajo Stack’s Bowers Galleries para subastar en el Waldorf Astoria, uno de los atractivos era una moneda colombiana de 1755, acuñada a máquina, cuyo valor se estima entre US$100.000 y US$150.000.
“En los últimos cinco años ha habido más aceptación de las monedas raras como piezas de colección”, dijo Kendrella. “Todo cliente nuestro apunta a la inversión como parte de su compra”.
Fuente: http://www.diasdehistoria.com.ar/content/el-mercado-de-las-monedas-raras-atrae-nuevos-compradores
Buena info. otra manera de invertir.
buena info , gracias por compartir