Pintura de La Cueva de Altamira en 50 pesetas y 2 euros.

La cueva de Altamira es una cavidad natural en la roca en la que se conserva uno de los ciclos pictóricos y artísticos más importantes de la Prehistoria.
Está situada en el municipio español de Santillana del Mar, Cantabria, a unos dos kilómetros del centro urbano, en un prado del que tomó el nombre.

Se puede asegurar que la cueva fue utilizada durante varios periodos, al menos, unos 22 000 años, desde hace unos 35 600 hasta hace 13 000 años cuando la entrada principal de la cueva quedó sellada por un derrumbe, todos dentro del Paleolítico superior.

El estilo de gran parte de sus obras se enmarca en la denominada «escuela franco-cantábrica», caracterizada por el realismo de las figuras representadas. Contiene pinturas polícromas, grabados, pinturas negras, rojas y ocres que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos.

Fue calificada como la «Capilla Sixtina» del arte rupestre.

Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.

La cueva de Altamira fue descubierta en 1868 por un cazador llamado Modesto Cubillas, quien encontró la entrada al intentar liberar a su perro, que estaba atrapado entre las grietas de unas rocas por perseguir a una presa.

Marcelino Sanz de Sautuola, «mero aficionado» en paleontología, debió conocer la existencia de la cueva directamente por boca del mismo Cubillas, aparcero en su finca; no obstante, no la visitó hasta al menos 1875, y muy probablemente en 1876.

La recorrió en su totalidad y reconoció algunos signos abstractos, como rayas negras repetidas, a las que no dio ninguna importancia por no considerarlas obra humana.

Cuatro años después, en el verano de 1879, volvió Sautuola por segunda vez a Altamira.

En esta ocasión, acompañado por su hija María Faustina Sanz Rivarola, de alrededor de 8 años.
Marcelino Sanz de Sautuola tenía interés en excavar la entrada de la cueva con el objetivo de encontrar algunos restos de huesos y sílex, como los objetos que había visto en la Exposición Universal de París en 1878.

El descubrimiento lo realizó, en realidad, la niña. Mientras su padre permanecía en la boca de la gruta, ella se adentró hasta llegar a una sala lateral. Allí vio unas pinturas en el techo y corrió a decírselo a su padre. Sautuola quedó sorprendido al contemplar el grandioso conjunto de pinturas de aquellos extraños animales que cubrían la casi totalidad de la bóveda.

En 1917 se abrió la cueva al público en general y en 1924 fue declarada Monumento Nacional.

A partir de ese momento se irían incrementando las visitas, pero durante los años de las décadas de 1960 y 1970, las numerosas personas que accedieron a la cueva hicieron peligrar su microclima y la conservación de las pinturas, así por ejemplo, en 1973 se alcanzó la cifra de 174 000 visitantes.

De este modo se creó un debate sobre la conveniencia de cerrar Altamira al público, llegando incluso al debate en el Congreso de los Diputados.

En 1977 se clausuró la cueva al público para reabrirse finalmente en 1982 y permitir el acceso a un restringido número de visitantes por día, evitando superar los 8500 al año.
El amplio número de personas que deseaba ver la cueva y el largo periodo de espera para acceder a ella (más de un año) hizo plantearse la necesidad de construir una réplica.

Desde 2001, junto a la cueva se levantó el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, obra del arquitecto Juan Navarro Baldeweg.

En su interior destaca la denominada Neocueva de Altamira, la reproducción más fiel que existe de la original y muy similar a como se conocía hace unos 15 000 años.

Neocueva de Altamira

En ella se puede contemplar la reproducción de las famosas pinturas del Gran techo de la cueva, llevada a cabo por Pedro Saura y Matilde Múzquiz, catedrático de fotografía y profesora titular de dibujo de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, respectivamente. En esta reproducción se utilizaron las mismas técnicas de dibujo, grabado y pintura que emplearon los pintores paleolíticos, y la copia se llevó a tal extremo que durante el estudio de las originales se descubrieron nuevas pinturas y grabados.

Toda esta intro es para mostrar esta pequeña monedita de 50 pesetas de 1994 que rinde tributo a tan gran obra de arte legada a la humanidad por un anonimo artista o grupo de artistas.

El Bisonte encogido es una de las pinturas más expresivas y admiradas de todo el conjunto. Está pintado sobre un abultamiento de la bóveda. El artista supo encajar la figura del bisonte, encogiéndolo, plegando sus patas y forzando la posición de la cabeza hacia abajo, dejando fuera únicamente el rabo y los cuernos. Todo ello destaca el espíritu de observación naturalista de su realizador y la enorme capacidad expresiva de la composición.

El reverso de la moneda:

La Colegiata (Santillana del Mar) 20.5 mm. de diametro. 5.6 Gramos. de Cuproniquel. TIRADA: 3.002.000 ejemplares. Ceca Madrid.

También en euros.

Los primeros 2 euros conmemorativos 2015 para la Cueva de Altamira.

http://www.fnmt.es/documents/10179/3626098/2-euro-2015-altamira/c6b8994a-9411-404b-b7fc-ca3cdaf4562a?t=1423672937501

Según Orden ECC/2047/2014, de 27 de octubre de 2014, publicada en el BOE 267 de 4 de noviembre de 2014, se acuerda la emisión, acuñación y puesta en circulación de monedas de 2 euro conmemorativas dedicadas a la “Cueva de Altamira”.

La cara nacional, anverso, de esta moneda conmemorativa de 2 euro, estará dedicada a la Cueva de Altamira (Cantabria). Esta emisión continúa con la temática iniciada con la Orden EHA/3423/2009, de 9 de diciembre, de monedas conmemorativas destinadas a conmemorar bienes o lugares incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Al tratarse de una moneda bimetálica, los motivos están distribuidos en dos zonas de diferente aleación y color. El color de la corona circular exterior es blanco plata y el color de la zona interior, amarillo oro. El peso es de 8’5 gr., diámetro de 25’75 mm. y espesor de 1’95 mm.

http://www.fnmt.es/documents/10179/3626098/carterita/3e023454-f9d7-4e79-bf78-42616bef4eef?t=1444922184956

La moneda presentación proof.

Marcelo Gryckiewicz.

Fuente Wikipedia. http://www.numismaticodigital.com/noticia/7993/nacional/los-primeros-2-euros-conmemorativos-2015-para-la-cueva-de-altamira.html

23 comentarios en “Pintura de La Cueva de Altamira en 50 pesetas y 2 euros.

  1. @simone3ar Wauuu… hermosa moneda. Siendo tan reciente (1994) y no la había visto nunca.
    Otra para mi cacería.
    Gracias…. 😉

    Amigacho, lo que para vos o para mi no lo es tanto para otros es mucho…de 1994 a ahora pasaron 20 años 😐
    Estamos amortizados :$ viejos no (6) 😉

  2. @russiannotes

    @simone3ar Wauuu… hermosa moneda. Siendo tan reciente (1994) y no la había visto nunca.
    Otra para mi cacería.
    Gracias…. 😉

    Amigacho, lo que para vos o para mi no lo es tanto para otros es mucho…de 1994 a ahora pasaron 20 años 😐
    Estamos amortizados :$ viejos no (6) 😉

    Ya lo dijo Carlitos… "20 años no es nada"…
    Fijate que yo ya cumplí 20 años (3 veces.. :$ )

  3. Muy buen post, de esas pasaron unas cuantas por mis manos, hace ya… ese tipo de monedas de 50 pesetas y las anteriores fueron las primeras en tener esa forma como lobulada, que se llamó "flor española" y que continúa hoy en día en las monedas de 20 eurocent.

    Flor española
    La Flor española es un tipo de borde utilizado en algunas monedas. La flor española consiste en un borde liso con siete muescas iguales uniformemente distribuidas alrededor del canto de la moneda.
    Las monedas de 50 pesetas acuñadas entre 1990 y 2000 fueron las primeras monedas en el mundo que mostraron esa forma de flor española.

  4. @OTSOBELTZ Muy buen post, de esas pasaron unas cuantas por mis manos, hace ya… ese tipo de monedas de 50 pesetas y las anteriores fueron las primeras en tener esa forma como lobulada, que se llamó "flor española" y que continúa hoy en día en las monedas de 20 eurocent.

    Flor española
    La Flor española es un tipo de borde utilizado en algunas monedas. La flor española consiste en un borde liso con siete muescas iguales uniformemente distribuidas alrededor del canto de la moneda.
    Las monedas de 50 pesetas acuñadas entre 1990 y 2000 fueron las primeras monedas en el mundo que mostraron esa forma de flor española.

    Gracias por la data…y ya que estamos pregunto: ¿Qué se compraba con una de estas monedas en 1994?

  5. @OTSOBELTZ Muy buen post, de esas pasaron unas cuantas por mis manos, hace ya… ese tipo de monedas de 50 pesetas y las anteriores fueron las primeras en tener esa forma como lobulada, que se llamó "flor española" y que continúa hoy en día en las monedas de 20 eurocent.

    Flor española
    La Flor española es un tipo de borde utilizado en algunas monedas. La flor española consiste en un borde liso con siete muescas iguales uniformemente distribuidas alrededor del canto de la moneda.
    Las monedas de 50 pesetas acuñadas entre 1990 y 2000 fueron las primeras monedas en el mundo que mostraron esa forma de flor española.

    Muy buen agregado!!!! Hermosa la moneda y mejor aún el relato. Cuando haga España (solo me falta ese país para terminar de acomodar mi Europa) veré si aparece alguna… 😉

  6. Pues ya ni me acuerdo que se podía comprar con 50 pesetas, pero el litro de gasolina estaba en 1990 a 97 pesetas…Hoy 1,33 euros, 221 pesetas…

  7. @OTSOBELTZ Pues ya ni me acuerdo que se podía comprar con 50 pesetas, pero el litro de gasolina estaba en 1990 a 97 pesetas…Hoy 1,33 euros, 221 pesetas…

    Vale medio litro de gasolina. 😉

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