Italia (Viaje Por La Historia y El Arte)

hola chicos y chicas aca estoy de nuevo para compartir mi experiencia en un viajecito que hice hace poco, esta vez el toca a Italia, y para empezar vamos con una monedita medieval del reino de Sicilia, mas precisamente de Federico III "El Sencillo" y después algo de lo traido y algunas fotos para relacionar un poco el contexto.

Los orígenes del Reino de Sicilia se remontan al año 1130, en el que fue creado por el antipapa Anacleto II un reino para Roger II que comprendía la isla de Sicilia, Calabria, Pulla y Campania, donde se encontraba la ciudad de Nápoles.

Sicilia fue conquistada hacia el 1071 por el Gran Conde Roger, estableciéndose como condado. El conde Roger formaba parte de unos mercenarios normandos que habían sido pagados por bizantinos, quienes deseaban expulsar a los sarracenos de la península itálica. Con él se iniciará la dinastía Hauteville en Sicilia.

El antipapa Anacleto II invistió a Roger II como rey de Sicilia y él lo hace su feudo, cosa que plantea un problema político cuando la dinastía Hohenstaufen toma el poder en el reino de Sicilia. Los descendientes de Roger II, Guillermo I y Guillermo II, reinaron en Sicilia desde de su muerte en 1154 hasta 1189.

Guillermo II no tuvo descendencia, por lo que nombra heredera legítima a su tía, Constanza I de Sicilia (hermana de Roger II). La cual se casa con Enrique VI, lo que permite la llegada al poder de la dinastía Hohenstaufen.

El papa Clemente III teme por los bienes de la iglesia de Sicilia al subir al poder la dinastía Hohenstaufen, lo que provoca su rechazo al matrimonio entre Constanza I de Sicilia y el emperador Enrique VI. Clemente III invita al emperador a rendirle juramento de vasallaje, pero el emperador lo rechaza.

El Papa decide entonces dar apoyo a Tancredo de Sicilia, bastardo de Roger II, que muere en 1194.

Enrique VI se proclama rey de Sicilia el 25 de diciembre de 1194, en Palermo, junto con su esposa Constanza I de Sicilia. Su reinado será sin embargo corto, ya que muere en 1197. Entre esta fecha y 1220, el Papa intenta frenar el poder de los Hohenstaufen en Sicilia.

El reino de Sicilia sin embargo no tiene ningún poder central como en las demás monarquías, así que los barones y los obispos usurpan las prerrogativas reales, y las ciudades grandes no aconsejan seguir adelante con sus instituciones comunales.

En 1220 Federico II, el hijo de Enrique VI, se proclama emperador. Ese diciembre en Capua deroga la ley normanda y cancela las concesiones de 1189 para castigar a los que aprovecharon el vacío de poder para hacerse fuertes.

En 1230, las constituciones de Melfi, inspiradas en la ley romana, dan leyes reales al reino. En ellas Federico II reorganizaba el reino de Sicilia como una Monarquía autoritaria, con un gobierno centralizado, renegando el feudalismo. Estas leyes continuaron siendo, con unas mínimas reformas, las leyes básicas de Sicilia hasta 1819.

Al subir al trono Manfredo I de Sicilia el Papa Clemente IV lo excomulga por ser hijo ilegítimo de su padre, volviéndose el reino de Sicilia propiedad del Papado. En 1262 Constanza II de Sicilia, hija de el anterior se casa con Pedro el Grande, rey de Aragón y conde de Barcelona. Esta situación de acoso entre la dinastía Hohenstaufen y la casa de Aragón, siendo Constanza la heredera de Manfredo, provoca la antipatía del francés Clemente IV que busca ayuda en Carlos I de Anjou, hermano pequeño de su aliado Luis IX de Francia. Así las tropas de Carlos de Anjou entran en la isla y luchan con Manfredo I en la batalla de Benevento, mientras Carlos es coronado rey de Sicilia en Roma en 1266.

Bajo Carlos de Anjou, y posteriormente su hijo Carlos II, el norte se favorece en detrimento del sur, así la capital se trasladada de Palermo a Nápoles. Esta situación de dominación angevina concluye con las Vísperas sicilianas,2 que conducen a la división del reino de Sicilia en 1282 en el reino de Sicilia, peninsular o reino de Nápoles, bajo dominio angevino, y el reino de Sicilia, insular, bajo dominio aragonés.

Con el matrimonio de la heredera legal de Manfredo I Hohenstaufen, Constanza II de Sicilia, con Pedro III el Grande, el reino de Sicilia se convierte en uno de los principales intereses del rey aragonés, debido a que alegaba los derechos de su esposa al trono en el reino isleño. Cuando Pedro III se disponía a hacer valer el poder de su flota en el Mediterráneo, los sicilianos se rebelaron contra los Anjou (entre otras causas debido a las cargas impositivas que soportaban) en los sucesos conocidos como las vísperas sicilianas. La nobleza de Sicilia deseaba cierto grado de autonomía política y consiguió expulsar a la dinastía angevina. No se hizo esperar el contraataque de de Carlos de Anjou pero, para poder hacer frente a los angevinos, los sicilianos invitan a Pedro el Grande a reivindicar los derechos de su esposa y, segregándose de Nápoles, le entregan a Pedro III el reino.

Los conflictos entre los reinos de Sicilia y Nápoles fueron constantes hasta que es elegido Papa Benedicto XII en 1334, quien tenía relaciones de amistad con Federico II de Sicilia, y le promete respeto en la Santa Sede en Trinacria.

Los dos reinos resultantes estuvieron separados hasta 1442, cuando el rey de Aragón Alfonso V el Magnánimo conquistó el Reino de Nápoles y los unificó.
El dominio español, por un conjunto de razones, fue caracterizado entre otras cosas por el empobrecimiento de Sicilia. Sicilia en el siglo XVI fue acosada por el creciente imperio otomano y esto llevó al asedio de Malta con el consiguiente derrumbe del comercio en el Mediterráneo centro-oriental. Entre los virreyes españoles destacó Pedro Téllez-Girón y Velasco, duque de Osuna.

Cuando Osuna tomó posesión del nuevo cargo en Milazzo, el 9 de marzo de 1611, el reino de Sicilia se hallaba en la última miseria. Por falta de crédito la Caja de Palermo (el erario público) había tenido que declararse en bancarrota y cerrar sus puertas. La moneda se adulteraba sin recato y la inflación arruinaba al sufrido pueblo siciliano. En Mesina los ladrones asaltaban las tiendas y los comercios a plena luz del día, en medio de la indiferencia general, y era imposible viajar sin una escolta armada. La justicia era un juguete de los poderosos y las cárceles estaban repletas. La escuadra estaba desarmada, convertida en ludribio de golfos, y sin más reputación que la de su cobardía.

Pero pronto el enérgico Osuna puso remedio a tamaños males, con general aplauso: restituyó el crédito de la hacienda pública, restableció el peso y la ley de las monedas, ajustó los impuestos a las verdaderas rentas de los contribuyentes, equilibró los presupuestos e hizo aumentar los ingresos. Los caminos fueron limpiados de salteadores y facinerosos, la autoridad y la libertad de los ministros de la justicia, restaurada, y las cárceles repletas quedaron yermas y vacías.

Una de sus principales preocupaciones fue reorganizar la marina, como mejor medio de defender la isla contra las incursiones de turcos y berberiscos. La situación era desesperada, ya que el virrey solo contaba con 9 galeras para la defensa de la isla, desprovistas de remeros y bastimentos. Había tanta escasez de tripulantes para las galeras como exceso de pícaros, pordioseros con taras simuladas, que infestaban las calles y las puertas de las iglesias. Pero el nuevo virrey de Sicilia ideó un sistema de reinserción que resolvió simultáneamente ambos problemas, aunque, cuando se retiró en 1616, todo volvió a ser como antes.

Al terminar la guerra de sucesión española Sicilia fue cedida a Saboya (bajo el reinado de Víctor Amadeo II) mediante los tratados de Utrecht.3 Pero ya en 1720 Sicilia pasó en manos de los Habsburgo de Austria.

En 1734 José Carrillo de Albornoz, conde de Montemar, reconquistó Sicilia para los Borbones españoles.

En 1816 Sicilia y Nápoles se unieron, formando el Reino de las Dos Sicilias. La creación del Reino de las Dos Sicilias, o sea, la pérdida de independencia de Sicilia, sentó muy mal a los sicilianos. Esto se puede observar teniendo en cuenta la gran cantidad de revoluciones que acontecieron en la isla a partir de la formación del estado duosiciliano y que terminaron solamente con la unificación de Italia en 1861.

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Federico o Fadrique III de Sicilia (1 de septiembre de 1341 – 27 de enero de 1377), apodado como El Sencillo o El Simple, fue Rey de Sicilia desde 1355 hasta 1377. Se le suele confundir con su antepasado Federico II, que escogió llamarse Federico III por ser el tercer hijo de Pedro III de Aragón.

Era el segundo hijo de Pedro II de Sicilia e Isabel de Carintia. Sucedió a su hermano Luis en el trono del reino a los 14 años, bajo la regencia de su hermana Eufemia, que se mantuvo hasta 1357, en un contexto de luchas de poder en el que Aragón y Nápoles se disputaban la mediatización del reino y alentaban las luchas internas entre los Alagón y los Claramonte.

Los inicios de su reinado de están llenos de guerras repetitivas contra los napolitanos. En 1356, Juana I de Nápoles se hizo con el control de Mesina y de Palermo, entre otras plazas, lo que acabó llevando a Federico III a aliarse con Aragón mediante su boda con la hija de Pedro el Ceremonioso, que tenía claras ambiciones sobre el reino en virtud de su casamiento con Leonor de Sicilia y que accedió a prestarle ayuda militar, con la cual pudo hacer frente a las disensiones internas y contener el avance napolitano.

En 1372, se llegó a un acuerdo de paz con Nápoles y la Santa Sede. Federico III se reconoció feudatario y triburario de Nápoles y dio a Juana el título de Reina de Sicilia, aunque él gobernaría el territorio como rey de Tricarnia, un acuerdo que el papa Gregorio IX sancionó.

Federico III se casó con Constanza de Aragón, hija de Pedro el Ceremonioso. De su matrimonio nació una única hija, María, que se casaría con el heredero al trono aragonés, Martín el Joven. Tras enviudar, se casó en segundas con Antonia del Balzo, pero no tuvo descendencia y a los dos años su esposa falleció.

Se le atribuyen dos hijos ilegítimos, Guillermo y Juana, de una amante desconocida.

Un Real 1355-1377 Federico III El Sencillo – Reino De Sicilia – Ag – diam. 30mm


Galeria Ufizzi

La Galería Uffizi (en italiano: Galleria degli Uffizi )? es un palacio y museo en Florencia, el cual contiene una de las más antiguas y famosas colecciones de arte del mundo. Se la considera como una de las atracciones turísticas más visitadas de Florencia.

La construcción del palacio de los Uffizi fue comenzada en 1560 por Giorgio Vasari, siguiendo órdenes de Cosme I de Médicis. Su finalidad inicial era albergar las oficinas de las magistraturas florentinas, una vez que se quedó pequeño el Palazzo Vecchio. De esta función deriva su nombre de «Galería de los Oficios». Las obras terminaron en 1581. Durante años, partes del palacio sirvieron para almacenar las piezas de arte de la magnífica colección de la familia Médicis.

Ante la extinción de la dinastía Médicis en el siglo XVIII, las obras de arte corrieron el riesgo de ser transferidas a Viena, ya que el ducado de Florencia pasó a ser dominio austríaco. Sin embargo, la última duquesa Ana María había decretado la permanencia de la colección en Florencia al donárselas en su testamento al pueblo de Florencia, siendo el embrión de unos de los primeros museos modernos del mundo. La galería era abierta a los visitantes que lo solicitaban durante el siglo XVI y en 1765 abrió oficialmente al público como museo.

A causa de la magnitud de la colección, algunas obras fueron trasladadas a otros museos florentinos, como las esculturas, al Museo Bargello. Debido a la limitada superficie de exposición en el edificio, éste fue ampliado en 2006 y actualmente hay una propuesta de ampliación.

En 1993, un coche-bomba explotó en Via dei Georgofili, matando a cinco personas y produciendo graves daños al palacio. La parte más afectada fue la Sala de Níobe de esculturas clásicas y cuya decoración neoclásica tuvo que ser restaurada. La causa del atentado no fue esclarecida.

La gran sala, derivada del precedente del antiguo teatro de los Medici, mantiene la cubierta original. Es una de las más famosas de la galería, ya que alberga algunas de las obras maestras del Renacimiento realizadas en las últimas décadas del Quattrocento.

Entre las quince obras de Sandro Botticelli las más conocidas son La Primavera y El Nacimiento de Venus, las primeras pinturas de tema profano de grandes dimensiones del Renacimiento italiano, que atestiguan el clima cultural de Florencia en la época de Lorenzo el Magnífico.

De extraordinaria intensidad son también sus pinturas de temas sagrados como el Retablo de San Bernabé, o la maravillosa Virgen del Magnificat.

Un lado de la gran sala está ocupada por una de las obras maestras de la pintura flamenca, el Tríptico Portinari de Hugo van der Goes, una obra que llegó a Florencia en 1483, y ejerció una gran influencia en los artistas florentinos, desde el mismísimo Botticelli.

El nacimiento de Venus (en italiano: Nascita di Venere) es una pintura de Sandro Botticelli (1445-1510). El nacimiento de Venus representa una de las obras cumbres del maestro italiano. Está ejecutada al temple sobre lienzo y mide 278,5 centímetros de ancho por 172,5 cm de alto. Se conserva en la Galería de los Uffizi, Florencia.
Tradicionalmente se ha creído que esta obra, como La primavera, fue encargada por Lorenzo di Pierfrancesco de Médici, primo de Lorenzo el Magnífico, para adornar la Villa di Castello, en la campiña florentina. La idea parte de que fue allí donde las contempló Giorgio Vasari años después. Estudios recientes indican otra cosa: La primavera se pintó para la casa de Lorenzo en la ciudad de Florencia y El nacimiento de Venus fue un encargo de otra persona para un lugar diferente. Por lo tanto, no se conoce la fecha exacta de su composición, ni tampoco el comitente para el cual fue ejecutado. Actualmente se considera que debió pintarse entre 1482 y 1484; en cualquier caso, después de la estancia romana de Botticelli.

Solo está documentado por Botticelli que Venus fue interpretada por Simonetta Cattaneo, llamada Simonetta Vespucci o simplemente «la bella Simonetta», una musa florentina elegida por los Medici. Estos documentos de pictografía indican que para el año 1499 ambos estaban instalados en Castello, entonces propiedad de esta rama secundaria de los Médicis.
Las fuentes literarias de esta obra son Las metamorfosis de Ovidio y Angelo Poliziano. Además, existía en la Florencia de la época el recuerdo de una pintura legendaria del griego Apeles, titulada precisamente Nacimiento de Venus y que Poliziano describe en una poesía.

Según cuenta la leyenda, Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Saturno y luego arrojados al mar. El título de la obra no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican, como Chipre, Pafos o Citerea. La diosa es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores.

Desde los tiempos de la Roma clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y de tales dimensiones. El desnudo femenino, considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recupera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad. Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual sino que, con su postura y sus facciones finas, se acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo. Venus sustituye a la Virgen, expresando una fascinación hacia la mitología, común a muchos artistas del Renacimiento.3

Una ninfa espera a la diosa en la playa para cubrirla con un manto rojo con motivos florales. Se trata, específicamente, de Primavera. Lleva un traje floreado; es blanco y está bordado de acianos. Un cinturón de rosas rodea su cintura y en el cuello luce una elegante guirnalda de mirto, planta sagrada de Venus y símbolo del amor eterno. Entre sus pies florece una anémona azul.

Puente Viejo

A continuacion les dejo fotos de una pintura, en la cual se van a tener que poner a clasificar las monedas que se encuentran en la misma. Las fotos les va a dar mucha información solo tienen que identificarlas y contextualizarlas.





Otras moneditas traidas

La Yapa


Fuentes: http://www.wikipedia.org

19 comentarios en “Italia (Viaje Por La Historia y El Arte)

  1. Estimado Amigo Fidelcomizzo.
    Gracias por mostrarnos las maravillas que han visto tus ojos en este viaje.
    Mas que fotos sacadas sin ton ni son, son postales.
    El cuadro de Pereda tiene una cantidad de detalles impresionantes, se puede
    observar a pie, la leyenda que dice " La Fe Cristiana es el único camino para superar
    la fugacidad intrínseca de las cosas del mundo en la esperanza de la vida eterna".

    Gracias por compartir tu viaje.
    Un Abrazo.
    Roberto.

  2. @DIAMANTEPURO Estimado Amigo Fidelcomizzo.
    Gracias por mostrarnos las maravillas que han visto tus ojos en este viaje.
    Mas que fotos sacadas sin ton ni son, son postales.
    El cuadro de Pereda tiene una cantidad de detalles impresionantes, se puede
    observar a pie, la leyenda que dice " La Fe Cristiana es el único camino para superar
    la fugacidad intrínseca de las cosas del mundo en la esperanza de la vida eterna".

    Gracias por compartir tu viaje.
    Un Abrazo.
    Roberto.

    Muchas gracias Roberto 🙂

  3. en Florencia no compre nada pero tengo entendido que en la plaza de la república los domingos se puede conseguir algo, pero si pasas por Roma en frente de la termini hay una casa de numismática grande

  4. @fidelcomizzo en Florencia no compre nada pero tengo entendido que en la plaza de la república los domingos se puede conseguir algo, pero si pasas por Roma en frente de la termini hay una casa de numismática grande

    Si la habré buscado hace un año….sólo encontré un local que parecía abandonado. Vos tuviste suerte? Excelente post! 😀

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