http://www.ieco.clarin.com/Recuerdos-crisis-arranco-eliminacion-Patacones_0_1624637674.html
El Banco Provincia iniciará la destrucción de las series de patacones vencidos que ocupan mas de 390 m2. Emiliana Miguelez
Parte del testimonio de la historia financiera argentina está a punto de recibir su certificado de defunción: el sábado el Banco Provincia comenzó el proceso para la destrucción de los Patacones. Esa cuasimoneda que nació en 2001, en el marco de una de crisis económica más dura que atravesó el país, desaparecerá en menos de dos meses. El banco que preside Juan Curutchet invertirá 5 millones y medio de pesos para deshacerse de los 239 millones de billetes que ocupan un piso entero del tesoro central de la entidad financiera.
Al caminar por los pasillos del tesoro central del Banco Provincia –el que centraliza el caudal de dinero de todas las sucursales- uno esperaría encontrarse con pesos, dólares o euros. Pero para sorpresa de los visitantes infrecuentes detrás de esas paredes macizas, que encierran más de 100 años de historia, celosamente custodiadas por guardias de seguridad y respaldadas por puertas de acero de un grosor equivalente a cinco ladrillos, se esconden hileras infinitas de títulos caducados.
Es difícil graficar la magnitud de la cantidad de patacones acumulados. Son miles de torres de papeles color azul, morado, rojo y verde. Un acercamiento a dicha dimensión es el espacio físico que ocupan: montañas de dos metros de altura cubren unos 390 metros cuadrados. O el peso: unos 239 toneladas. Si tuvieran vigencia actual, estaríamos hablando de unos 3.000 millones de pesos.
“Este es uno de las tantos desórdenes con los que me encontré cuando asumí al frente del banco”, dijo a Clarín, Curutchet. La responsabilidad de la tutela y destrucción de los billetes es del gobierno bonaerense. A mediados de noviembre de 2006 se realizó el último canje de la cuasimoneda en las sucursales del banco provincia. El entonces gobernador Felipe Solá encargó al banco provincial la custodia de esos billetes hasta que consiguiera los fondos para contratar a una compañía que se encargara de la extinción de los patacones. Pero la gestión de Solá culminó y los billetes siguieron allí acumulados. Tampoco en los ocho años que gobernó Daniel Scioli quisieron invertir el dinero que se necesitaba para ponerle fin a los patacones.
“El Banco necesita ese espacio y ya hay un proyecto aprovecharlo en cajas de seguridad”, explica Curutchet. “Pero no sólo se trata de una cuestión de espacio o negocios, sino también de un problema medio ambiental”.
A medida que se ingresa por el pasillo del segundo subsuelo que conduce al ingreso del tesoro del Banco Provincia, se percibe un tufillo intenso. Cuando se atraviesa la puerta blindada y se introduce al tesoro, el tufillo se transforma en un olor intenso, rancio, que nada tiene que ver con el que emanan los dólares o pesos. Al cabo de unos 20 minutos de permanencia, el olor se hace insorportable, al punto que dificulta la respiración y provoca nauseas.
“Comprobamos que la tinta y el papel de los patacones comenzaron a largar un olor contaminante. En 2014 por una cuestión ambiental tuvimos que ponerlos en esta bóveda, sellada, repartidos en dos pisos”, explica a este diario Marcelo Zarlenga, gerente de Tesorería General del banco provincia. “Hay 4 tesoros en total en este banco, el más grande estuvo todos estos años destinado a guardar los patacones y perdimos capacidad de almacenamiento”, explica el especialista.
Para deshacerse de los billetes el Banco Provincia realizó una licitación técnica. El adjudicatario fue la empresa Brinks, que se habían encargado antes de la destrucción de los Lecops. “De lunes a viernes hay operarios de esa compañía que colocan los fajos embolsados, a su vez en bolsas más grandes, explica Zarlenga. Desde el sábado pasado, y durante cinco sábados más, un camión se encarga de trasladar los palets, los lleva al Banco Central donde pasan por una picadora de billetes gigantes. “Luego el papel picado se traslada al Ceamse donde se termina su destrucción”, agrega el especialista. A principios de septiembre, los patacones no serán más que una ilustración en los libros de historia.
^o)
Efectivamente, sin palabras :-/
Una verdadera pena, invierten dinero palos para destruirlos cuando de hecho podrian ganarlo si se vendieran en el marcado, tardan 5 meses invirtiendo 5 palos, dale un par de horas a los coleccionistas y no te dejan nada.
A proposito de la noticia
Click Aquí para ir al Enlace
Click Aquí para ir al Enlace
:'(
Una lastima, pero si hay tufillo 😛
Me parece bien que se eliminen si no sirven, pero como coleccionista igual me duele. Tendrían que dejar algún que otro fajo para nosotros…
Es una pena, podrian poner algunos en venta para nosotros ….
Me suena a que el contratado para destruirlos se queda con algún vueltito de todos esos millones que cuesta la operación, ¿no les parece? jaja
yo tengo maquina para triturar!!!! 😉
🙁
Una lástima. Yo con un fósforo te los destruyo todos!!! 😛
Hoy vi la nota en A24, es impresionante ver esa cantidad de papel en estanterías.
No se porque esperaron tantos años para proceder, aunque me imagino. :S
yo me queria matar vi un video de clarin y tenia el tipo un fajo entero de los de 50…..sale 60 dolares cada uno sufri mucho al verlo jaja