El token de Inverness

El token en cuestión es un medio centavo para una firma escocesa llamada Mackintosh, Inglis & Wilson, que hacía negocios en la ciudad de Inverness, "Capital de las Tierras Altas". Ubicado en la desembocadura del río Ness, Inverness era y sigue siendo un puerto marítimo bullicioso; Mackintosh, Inglis & Wilson cumplieron su cometido fabricando tela para velas y textiles resistentes para sacos y bolsas en un molino conocido como Citadel Works.
La primera referencia al proyecto de Inverness en los documentos de Matthew Boulton se produjo el 13 de diciembre de 1793, cuando se registran nueve barriles de medio penique como hechos para Mackintosh, Inglis y Wilson. A esa firma le cobraron £ 133.15s.3d. Por 2,918 libras 8 onzas de cobre. Dado que Boulton cobró 4 ½ peniques por libra por convertir el cobre en bruto en tokens de medio penique, otros £ 54.14s.5d. se incurrió para la acuñación – más £ 1.19s.0d. para nueve barriles, papel, cordel, etc. y otro £ 4.4s.0d. para gastos. El gran total debido a Matthew Boulton de Mackintosh, Inglis & Wilson fue de £ 194.12s.8d.
El diseño general de la mitad del centavo de Inverness fue el siguiente. En el anverso, una rosa y un cardo (para Inglaterra y Escocia) estaban entrelazados y atados con una cinta, simbólica de la unidad entre las dos partes de la isla. El reverso mostraba una cornucopia de flores con la leyenda CONCORDIA ET FIDELITAS: amistad y fidelidad.
Una roca debajo de la cornucopia llevaba la fecha. Un nuevo diseñador, Conrad Heinrich Kuchler, grabó los troqueles, algunos de sus primeros trabajos para Soho Mint. Con base en los pesos observados, el precio del cobre y la práctica de Boulton con otras acuñaciones durante este período, realizó el pedido de Inverness en cuarenta y dos piezas por libra, lo que sugiere una acuñación de aproximadamente 122,577 piezas en esta primera ocasión.
Otras ocasiones siguieron, en 1794, 1795 y 1796. Pero más tarde, los tokens tenían dos diferencias importantes en el diseño. Primero, la fecha se movió del reverso al anverso. Y segundo, a la roca debajo de la cornucopia ahora se le dio un nombre: Clach-na-Cudden. Bell relata los orígenes del nombre: la piedra (clach, en gaélico) yacía al pie de la cruz del mercado en el corazón de Inverness, y cuando las mujeres bajaron al río para llenar sus cubos de madera (mechones), encontraron la piedra un lugar conveniente para descansar sus cubos mientras intercambian chismes).
Una tonelada de tokens de medio centavo no es una cantidad enorme, pero Boulton estaba tan desesperado por conservar el patrocinio de Inverness (y tan limitado por el efectivo) que hizo algo que nunca había hecho antes: en realidad le ofreció a Mackintosh, Inglis y Wilson un descuento del cuatro por ciento. Si se paga en un mes o menos. La firma escocesa no aceptó su oferta en esta ocasión: Soho no recibiría el pago hasta el 22 de agosto de 1795. Habría dos órdenes más para Inverness. El primero siguió el arco descendente que ya hemos visto en la década de 1794: solo seis cascos de fichas, que comprenden unas 1,724 libras y 4 onzas de metal, alcanzaron esta vez cuarenta y seis piezas por libra. (En este caso, Soho registró el número exacto de monedas por libra; el peso más ligero debe haber sido a instancias de los emisores, ya que el precio del cobre en realidad había bajado de £ 102.8s.0d a £ 99 por tonelada durante el tiempo entre el segundo y el tercer token de emisión.) La reducción debe haber dificultado el trabajo de acuñación, especialmente porque las piezas conservaron el borde marcado (PAGABLE. AT. MACKINTOSH INGLIS & WILSON'S) visto en los miembros anteriores más gruesos de la serie. Los empresarios de Inverness recibieron 79,316 peniques, remitidos el último día de octubre de 1795, por los cuales se les cobró £ 109.13s.3d. Esta vez se aprovecharon del descuento de Boulton para el pronto pago, enviando una letra de cambio.