¿Sabés una cosa?

¿Sabés una cosa?… La verdad es que a mi no me importa cuánto vale… Un suponer; si yo pago por esto (un cuchillito con mango de hueso y una firma desgastada) 100, yo pido 150. Y si me los dan estoy hecho. Qué me importa si vale 300?! Si yo ya gané con los 150…

El hombrecito, sonríe detrás del improvisado mostrador, en el que conviven destapadores, pisapapeles, ceniceros, cofrecitos, llaves de bronce , medallitas milagrosas y antiquísimas botellitas de Teen y Gini (de los tiempos del vidrio cojudo, en que el plástico no era tan vox pópuli como ahora).

Y yo asiento, claro.
En principio porque es de los dogmas más interesantes de los que he escuchado de mucho tiempo para acá (mercantilismo de base, sería).
Y porque, claro, en las presentes circunstancias, hasta podría sacarle algún rédito a tan amigable filosofía comercial 8-| .

Así que, mientras el buen señor le ponía precio a unas postales medio desvaídas, yo comencé a hurgar en una cajita que me ofreció amablemente y me desentendí un poco del mundo.

Ah, esa es muy linda,sí, esa es de un león, de Portugal, me parece, esa otra es viejísima, del 1800, creo, y esa…

Las imprecisas precisiones, las tomaba yo asintiendo seriamente, mientras rumiaba la falta de un lugar donde desparramar todo para sacarle más jugo a la pesquisa….

Y empezó la separación, claro, el hallazgo modesto y maltratadísimo, la monedita liviana y comón (pero ajena todavía), y… la plata ( :O :O :O :O ).

Naturalmente, después vino el regateo, el "esta está destruída, sin valor pobre, esta es medio común, estás chiquitas podrían ser… pero no sé…"

Mi descargo trató, honestamente, de reducir la inversión a su expresión mínima e indispensable, claro.

Y, a la final (como diría la abuela)… las moneditas cambiaron de manos a cambio de 50 módicos pesos…

Y aquí lo conseguido…

(Gran Bretaña, 1862?, half penny?). Ciertamente destruidia, pero, la preferí en una de mis carpetas al anonimato de una cajita de cigarros…

(Francia, 1949, 5 francos). No es una moneda rara ni mucho menos, pero no la tenía… 🙂

Y ahora… los hallazgos…

(EEUU, 1917, 1 dime). Tenía una, más reciente, pero no tan bonita… 😉

(Gran Bretaña, 1927, six pence). No, esta no la tenía… ^o)

Y no mucho más. O sí, pero en algún otro post, seguramente.
Por lo demás, lo de siempre. Gracias a los que pasan, a los que leen, y a los que opinan (toda mirada otra, enriquece).

PD: toda esta discretísima escena, en la feria menos formal de las dos que se asientan en el parque provincial Pereyra Iraola.

9 comentarios en “¿Sabés una cosa?

  1. Que placer leer tus narraciones!!… muy bueno.
    En cuanto a las monedas pues felicitaciones, plata que se agrega,
    aunque ese enorme aluminio francés es hermoso en mano.
    Volveré con merecidos puntos.

  2. @simone3ar Que placer leer tus narraciones!!… muy bueno.
    En cuanto a las monedas pues felicitaciones, plata que se agrega,
    aunque ese enorme aluminio francés es hermoso en mano.
    Volveré con merecidos puntos.

    ……….. 😉

  3. Me quedé perpleja. Justamente ayer estuve poniendo un poco de orden en las monedas y aparecieron varias que me hicieron dudar de qué hacer con ellas -¿las guardo, las tiro?-.
    Al fin las dejé por ahí, sueltas, por si acaso…; pero nunca pensé que alguien pudiera interesarse en ellas -evidentemente estaba equivocada-.
    Saludos.

  4. Muy buena compra ,hace mucho que no voy a alguna feria,tendre que volver….se extraña revolver y ,siempre aparece alguna moneda que nos deja felíz….Saludos Esteban !!! 🙂 🙂

  5. @Viviana Me quedé perpleja. Justamente ayer estuve poniendo un poco de orden en las monedas y aparecieron varias que me hicieron dudar de qué hacer con ellas -¿las guardo, las tiro?-.
    Al fin las dejé por ahí, sueltas, por si acaso…; pero nunca pensé que alguien pudiera interesarse en ellas -evidentemente estaba equivocada-.
    Saludos.

    Viviana; mis argumentos son medio de ropavejero, y se afirman discretamente en las sombras nobles de lo que ya no es. No sé si alcancen para hacer que guardes las moneditas -pero en caso de que las desestimes yo tengo carpetas doctas en prohijar piecitas ajenas-. Mi concepto guarda el mismo criterio del que entra al cine a ver la última de la saga, del que compra el libro póstumo (ese que el escritor no dejaría publicar, si el espiritismo fuera algo menos engorroso) o del que se anota en las juntadas de exalumnos a la espera de la pecosa de trencitas (que seguramente y mal que nos pese no usará ya trencitas).Si sugiero su conservación, es, más que nada por lo que supieron ser, más que por la herrumbe, los golpes y las dudas de hoy…
    Espero, si no convencerte de que las dones (nótese que nunca he dicho que ME las dones), haber reforzado, al menos, la duda sana, de mantenerlas por allí…
    Y desde ya, gracias!!!!!!!! (por pasar y comentar)

  6. @Estebanj

    Viviana; mis argumentos son medio de ropavejero, y se afirman discretamente en las sombras nobles de lo que ya no es. No sé si alcancen para hacer que guardes las moneditas -pero en caso de que las desestimes yo tengo carpetas doctas en prohijar piecitas ajenas-. Mi concepto guarda el mismo criterio del que entra al cine a ver la última de la saga, del que compra el libro póstumo (ese que el escritor no dejaría publicar, si el espiritismo fuera algo menos engorroso) o del que se anota en las juntadas de exalumnos a la espera de la pecosa de trencitas (que seguramente y mal que nos pese no usará ya trencitas).Si sugiero su conservación, es, más que nada por lo que supieron ser, más que por la herrumbe, los golpes y las dudas de hoy… Espero, si no convencerte de que las dones (nótese que nunca he dicho que ME las dones), haber reforzado, al menos, la duda sana, de mantenerlas por allí… Y desde ya, gracias!!!!!!!! (por pasar y comentar)
    Es muy interesante tu visión, nunca lo había pensado así. Y en cuanto a donárTElas, no tengo inconveniente. 🙂
    Saludos.

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